El Agradecer, es para Crecer y Engrandecer
Agradecer es para manifestar que se aprecia un bien, un beneficio o un favor recibidos; es expresar agradecimiento; es dar las gracias; es reconocer. / Crecer es aumentar y desarrollar. / Engrandecer, es hacer grande algo; es exaltar, elevar a alguien a un grado o dignidad superior; es celebrar con palabras, la grandeza o magnificencia de algo.
“Nos pasamos el tiempo pidiendo y, ¿cuántas veces lo hacemos agradeciendo? No nos damos cuenta de las cosas que tenemos hasta que las perdemos. Y es que desde que amanece el día, vemos infinidad de bienes a nuestro alrededor que han estado siempre ahí y por lo tanto no le damos ningún valor. El agradecimiento es una gran huella que podemos dejar en cada uno de los momentos del día como reconocimiento hacia todos los dones y bienes que recibimos, y no me refiero solamente a los materiales, sino la cantidad de atenciones y servicios que llegan a nosotros gratuitamente: las sonrisas, los favores, las ayudas, los conocimientos, los consejos y mensajes de todas las personas con las que nos cruzamos, desde que amanece hasta que nos acostamos de nuevo.
El agradecimiento es una de las virtudes más grandes y no nos detenemos a darle el valor tan importante que tiene; sucediendo el día lleno de quejas, insatisfacciones y críticas, dedicándonos además a pedir y pedir sin comprender, que no podemos recibir si no sabemos agradecer.” (“El podio de los triunfadores. Agradecer, engrandece”).
Agradecer en lugar de pedir.
- Al pedir te colocas en una posición de carencia. Tu mente se enfoca en lo que te hace falta y no valoras lo que tienes. Esos mismos pensamientos limitantes, se manifestarán como carencia en múltiples aspectos de tu vida.
- El Universo se manifiesta bajo tres Principios: crea, conserva y transforma. Tú posees ese poder de cocreación, entonces, ¿en qué te enfocas en abundancia o en carencia? Si crees, creas.
- Si aceptas la existencia de un Ser Superior, Dios posee tres cualidades: es omnipresente (que está presente en todas partes al mismo tiempo); omnipotente (que lo puede todo) y omnisciente (que conoce y sabe todo). Entonces, ¿para qué le pides?, si Él sabe lo que necesitas. Así lo expresó Jesús el Cristo: “Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?” (Mateo 6:26). Mi Gurú Swami Pranavananda Saraswati, nos decía que los seres humanos nos hemos convertido en eternos pedigüeños; o en pedinches, como lo decimos en México.
“Los 4 pilares del agradecimiento.
El sencillo acto de ser agradecidos, supone ya un modo de liberación personal. Es reconocer, es actuar con humildad y sin artificios, aprendiendo a valorar lo que de verdad es importante en la vida. Hablemos hoy sobre ello, ahondemos en el valor y el poder del agradecimiento.
1. Apertura emocional. ¿Por qué hay tantas personas a las que les cuesta dar las gracias? Cuando hacemos cualquier cosa por alguien, ¿no esperamos ‘obligatoriamente’ esas gracias que marcan la cortesía y la buena educación? Lo que de verdad buscamos es ser reconocidos, buscamos que se comprenda que nos hemos preocupado, que hemos invertido no solo tiempo, sino también parte de nuestras emociones.
Las personas que no practican el agradecimiento suelen presentar las siguientes características:
- Negación emocional. Evitan abrirse a los demás y actúan a menudo de modo desafiante, o de forma autosuficiente cuando en realidad, carecen de una buena autoestima y son bastante frágiles en su interior.
- Actúan con cierto egoísmo, practican la ingratitud y en ocasiones, hasta la soberbia.
- El no reconocer a los demás, supone también no reconocerse a ellos mismos, por tanto son personas que carecen de habilidades emocionales.
Para practicar el agradecimiento, debemos ser capaces de abrirnos emocionalmente. Solo así podremos obtener conocimiento de nosotros mismos y de los demás, a través de un corazón activo, fuerte y sincero.
2. La gratitud y el reconocimiento son los mejores regalos del ser humano. Pocos valores son tan poderosos como reconocer a nuestros semejantes mediante la gratitud. Es una forma universal de conocimiento y de unión, de unir vínculos. ‘Yo te reconozco a ti por lo que eres, por tus virtudes, por tu forma de ser, y te doy las gracias por formar parte de mi vida enriqueciéndola con tu presencia’.
3. Ser agradecido, no es estar en deuda. Hay quien piensa que el simple hecho de recibir algo y de tener que dar las gracias, supone de inmediato quedar en deuda con esa persona que ha hecho una cosa determinada por nosotros. Si en tu interior queda esa sensación, la de esa obligatoriedad por devolver un favor, no estaremos practicando un agradecimiento libre, sincero y espontáneo. El agradecimiento es una actitud que no exige obligaciones, es una forma de ser, que trasciende todos nuestros actos.
4. La importancia del agradecimiento personal. Nos pasamos media vida agradeciendo cosas a los demás: la dedicación de nuestra familia, el altruismo de nuestros amigos, el cariño de nuestra pareja, o el reconocimiento a esas personas que entran y salen de nuestra vida enriqueciéndola con sus pequeños actos.
El Autoagradecimiento.
Ahora bien, ¿te has detenido en alguna ocasión a agradecerte algo a ti mismo? ¿Piensas que es una actitud egoísta y algo desafinada? En absoluto. No importa que seas religioso, escéptico o espiritual, el auto reconocimiento no transige ninguna norma, sino que es un pilar básico con el cual, reforzar tu autoestima.” (“La Mente es Maravillosa. El agradecimiento es la memoria del corazón”).
“La Ciencia de la Gratitud.
- Las personas agradecidas son más felices y están más satisfechas con su vida, sus amistades, su familia, su comunidad y su persona. Experimentan más esperanza, optimismo y autoestima y rinden más en la escuela y el trabajo.
- La gratitud está relacionada con una mayor compasión, dando lugar a relaciones más sólidas. También se asocia con un estilo de vida más saludable, un mejor descanso, un sistema inmune fortalecido y menos emociones negativas como la envidia, la depresión, el sentimiento de soledad y el materialismo.
- La gratitud contribuye a la esperanza, la resiliencia y el afrontamiento de las crisis. Puede ayudarnos a gestionar emociones como la pérdida y el estrés.
- La gratitud puede aumentar los neuroquímicos esenciales. Una mentalidad optimista libera neuroquímicos del bienestar como la dopamina, la oxitocina y la serotonina.
¿Sabías qué? Enseñar a niñas y niños la empatía, la positividad y el compartir es fundamental para fomentar la gratitud.” (“UNODC. La Ciencia de la Gratitud”).
“¿Cómo agradecer a una persona sin decir gracias?
Muestra tu agradecimiento a una persona, que hizo algo bueno diciendo: ‘Realmente, fuiste muy amable al…’; ‘De verdad, fuiste de gran ayuda para mí cuando…’; ‘Me hiciste un enorme favor cuando…’; ‘Gracias por escuchar cuando…’; ‘Valoré mucho cuando me enseñaste…’, o ‘Gracias por estar allí cuando…’.”; porque, “No es lo mismo dar las gracias que agradecer. Buscar el gesto que llegue al otro y no esperar nada por nuestra acción, es el camino para hacerlo de forma sincera.” (Ferrán Ramón-Cortés, escritor y creador del Institut 5 Fars, dedicado a la formación y entrenamiento de las habilidades de comunicación personal).
El poeta y filósofo bengalí, Rabindranath Tagore, escribió: “Agradece a la llama su luz, pero no olvides el pie del candil que paciente la sostiene”. En este mismo sentido, Jesús el Cristo en la multiplicación de los panes y los peces, nos dejó la enseñanza del agradecimiento, pero a un Poder Superior: “Entonces mandó a la gente recostarse sobre la hierba; y tomando los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, bendijo, y partió y dio los panes a los discípulos, y los discípulos a la multitud.”. (Mateo 14:19). Necesitamos que haya un equilibrio entre el dar y el recibir. Al saber agradecer por lo que recibimos, nos sentimos plenos, satisfechos, y es así, como podemos disfrutar de la vida en todas sus expresiones y manifestaciones.
Eduardo Flores Zazueta