Hatha Yoga, disciplina psicofísica para la salud integral

Hatha Yoga, disciplina psicofísica para la salud integral

Las palabras Hatha Yoga que definen a esta disciplina, provienen del sánscrito: Ha, Sol; Tha, Luna y Yuj, Unión. “El yoga psicofísico (hatha-yoga), es el sistema más perfecto que se ha concebido de acción armonizante sobre el cuerpo, sus funciones y energías. Dispone de un gran número de técnicas de purificación física y energética, en cuya realización también juega un papel importante la atención. Estas técnicas previenen contra desórdenes, regulan las funciones corporales, equilibran el sistema nervioso, estabilizan los principios vitales, mejoran la coordinación de cuerpo y mente y desarrollan la conciencia. Son prácticas ensayadas, elaboradas y verificadas a lo largo de muchos siglos; nada se ha dejado al azar, pues mediante ellas el yogui ha explorado minuciosamente su corporeidad y ha encontrado los medios para armonizar todos sus órganos, sistemas y funciones.

Las técnicas que integran la disciplina.

Las técnicas de las que se sirve la hatha-yoga, y que son minuciosamente aplicadas por el yogui sobre su cuerpo, son:

  1. Las asanas o posiciones físicas.
  2. El pranayama o técnicas de control respiratorio.
  3. Los mudras y bandhas, o técnicas de aprovechamiento de la energía y de la acción neuromuscular.
  4. Los shatkarmas o prácticas de limpieza corporal de gran alcance. Estas antiguas prácticas no sólo tienden a mejorar el organismo, sino que también otorgan vitalidad, ordenan los campos de energía, combaten la mecanicidad y desautomatizan, colaboran en la contención del pensamiento incorrecto y ensanchan la conciencia.

Asanas.

Las asanas son determinadas posturas que el cuerpo adopta para ejercer una beneficiosa influencia sobre todos sus órganos y glándulas, sobre el sistema neuromuscular, sobre funciones muy diversas y sobre las energías, y armonizan también la función mental. Las asanas o esquemas corporales también benefician todos los sistemas del cuerpo: el circulatorio, el respiratorio, el digestivo, el endocrino y el nervioso. Si existen numerosas posiciones es para alcanzar a todo el cuerpo y sus funciones, sin que ninguna zona pase desapercibida o ningún órgano inadvertido. Se favorece la integración cuerpo-mente, se calma el sistema nervioso y se pacifican las emociones. Abastecen de sangre todas las zonas del cuerpo, favorecen los tejidos, mejoran el funcionamiento cerebral, dotan de flexibilidad a la espina dorsal, los tendones y articulaciones, los músculos y nervios. Eliminan crispaciones y contracturas e inducen a una relajación más profunda y reparadora y, por tanto, más benéfica. Previenen contra trastornos somáticos y psicosomáticos y colaboran en la resolución de desórdenes emocionales o psíquicos. Estas posiciones de yoga hacen que el cuerpo asuma posturas que de otro modo jamás adoptaría y así acceden a todo el organismo e influyen en él de forma beneficiosa. Asimismo, las asanas regulan la acción cardiaca y la tensión arterial, favorecen excepcionalmente todo el sistema locomotor y revitalizan el organismo. Previenen el envejecimiento prematuro y mantienen el cuerpo flexible y resistente. […]

Pranayama.

Prana es la fuerza vital, el impulso de vida, el hálito o aliento. Es la energía que todo lo anima y que en el ser humano rige todas las operaciones físicas, psicosomáticas y mentales. Mente y prana están interconectados y el control sobre el prana hace posible el dominio de la mente; regulando la respiración, que es también prana, se conquista la actividad mental. Todos los procesos psicofísicos funcionan por la acción del prana o fuerza vital. El yoga es la reunificación de las energías, para ponerlas al servicio de la integración psicosomática y la libertad interior. El yogui aprende a trabajar con su fuerza vital, a reorientarla, canalizarla e instrumentalizarla sabiamente. Cuando la energía no fluye libremente, pueden surgir desórdenes somáticos o mentales. El prana está en la sangre, en las células, en el aliento, en los órganos sensoriales y en todas las funciones mentales. Es el impulso de vida. El equilibrio de la energía favorece la óptima salud y la longevidad, potencia el sistema inmunitario y previene contra enfermedades, armoniza psíquicamente y ordena las emociones. Todas las técnicas del yoga psicofísico también tienden a armonizar el prana, porque éste es la fuente de vida. Es necesario conseguir que la fuerza vital fluya libremente por los nervios y canales de energía, superando bloqueos y cortocircuitos. […]

Mudras y Bandhas.

Mudra significa «sello» y bandha, «fijar». Los mudras son técnicas para «sellar» la energía, o sea, para contenerla, controlarla, almacenarla o propulsarla. Así se purifican los conductos de energía, se tonifican los plexos y se potencia la acción y beneficios de los ejercicios de pranayama (control respiratorio). Hay mudras que se pueden aplicar independientemente o bien asociados a la ejecución del pranayama, como veremos en la parte práctica. Los bandhas, por su parte, son procedimientos de control y acción neuromuscular. Tanto los mudras como los bandhas tratan de acceder a todo el cuerpo, a sus funciones y energías, y aunque algunas de estas técnicas son de fácil ejecución, otras requieren una práctica perseverante para poder efectuarlas con pericia. Todas procuran también salud, armonía y resistencia. Son métodos muy refinados de control de músculos que por lo general no se controlan conscientemente, y también de lo que me atrevería a denominar casi una «ingeniería» energética.

Shatkarmas.

Son un conjunto de prácticas muy elaboradas y largamente verificadas para higienizar y purificar el organismo tanto por dentro como por fuera, sin que haya zona que no sea sometida a una minuciosa limpieza: lengua, oídos, fosas nasales, laringe, colon, etcétera.

Forman seis grupos:

1) Dhauti. Limpieza de la boca, la garganta y el recto.

2) Basti. Limpieza de los intestinos.

3) Neti. Limpieza de las fosas nasales.

4) Nauli. Purificación intestinal.

5) Trataka. Limpieza de los glóbulos oculares.

6) Kapalabhati. Limpieza de los senos frontales.

Aunque algunos de estos métodos de higiene pueden ser perfectamente suplidos por las más modernas prácticas higiénicas, otros han demostrado tal eficacia y son tan fáciles de aplicar que pueden seguir utilizándose con gran beneficio. La limpieza de las fosas nasales (neti) es especialmente útil para la ejecución de las técnicas de control respiratorio. Todos los métodos de la hatha-yoga atienden debida y esmeradamente al cuerpo, a fin de que al estar más armonizado también favorezca el equilibrio de la mente. Pero el mismo trabajo minucioso sobre el cuerpo ya es una forma de yoga mental, donde se acentúa el poder de la conciencia. No hay persona que no pueda hallar ayuda en la práctica de la hatha-yoga, e incluso aquellas que por lesiones muy graves no pudieran practicar las asanas siempre podrán beneficiarse, y mucho, de las técnicas de respiración y de relajación.” (Págs. 21-28. “El Gran Libro de Yoga”. Ramiro A. Calle).

Mi Gurú Swami Pranavananda Saraswati (1930-2010).

Swami Pranavananda Saraswati, nació el primero de febrero de 1930, en el seno de una culta familia de brahmines en Maharajpur, Distrito de Chhatarpur, Provincia de Madhya Pradesh, India. Estudió en las instituciones públicas de su país. Luego de graduarse en Medicina y Cirugía, practicó su profesión en la India Central y prestó servicios en el Departamento de Salud Pública.

Posteriormente, al reflexionar sobre los problemas existenciales de la vida y su destino, decidió abandonarlo todo y se dirigió a la cordillera del Himalaya buscando a un guía espiritual. Se hizo discípulo de Swami Satchidananda Saraswati. Al seguir sus enseñanzas logró la Realización Espiritual (Samadhi) y como reconocimiento, recibió de su Gurú el Sanyas (Ordenamiento Espiritual). Decidió enseñar los principios universales de la Filosofía Yoga para el bienestar y progreso del ser humano de todo el mundo. Con sus 24 años de edad viajó por toda la India y luego en 1955, inició su primera gira mundial. Realizó varias Giras Mundiales visitando 128 países. Fue fundador y director de múltiples instituciones en variados campos, en diversos países.

Clase de Hatha Yoga.

Las asanas (posturas) de Hatha Yoga son universales.

Con relación a las posturas de Yoga, como base del desarrollo iniciático universal, el Instructor de esta Era Zodiacal de Acuario, el Dr. Serge RaYNaud de la FerRIère, refiere lo siguiente: “El sistema Yoga no proviene ni del Oriente ni del Occidente: es en Asia donde se ha desarrollado, es en la India (y en el Tíbet) donde ha habido la mayoría de adeptos, es el Oriente, en fin, el que ha resguardado el método tradicional, pero se ha practicado en todas las iniciaciones antiguas (sean de América, de África o Australia).  En lo que se refiere a cultura física, la Yoga es típicamente una gimnasia oriental, apacible, que se basa sobre principios no de fuerza sino de resistencia; su ritmo es una estética de la flexibilidad más bien que una práctica de energía. No obstante, se advierten posturas de Hatha-Yoga en algunas tribus negras del África en el momento de sus ceremonias; los aborígenes de Australia adoptan ciertas posiciones antes de su ‘corroborree’ (ritos iniciáticos). Se han podido ver posturas idénticas a las posiciones de meditación (dhyana-asanas), tanto en los maorís como en los lapones y en los incas, así como en estatuas y jeroglíficos que prueban que los egipcios practicaban igualmente asanas del género de la Hatha-Yoga. Como siempre, todo hace pensar naturalmente en un mismo origen de orígenes y en que en vez de haber diferentes iniciaciones existe una sola INICIACION, la cual ha sido preservada por la Tradición, de labio a oído, de Maestro a discípulo, como Ciencia Sagrada conservada en el curso de las Eras por los Gurúes que la han trasmitido a sus Chellahs [Discípulos]”. (Pág. 156. “Yug Yoga Yoghismo, Una Mathesis de Psicología”).

La palabra unión en sánscrito, tiene similitud fonética en otras lenguas.

En otra de sus magnificas obras, el Maestre RaYNaud de la FerRIère, especifica cómo se escribe la palabra unión en tres lenguas distintas; lo que nos sugiere un origen común: “También es interesante que la palabra Yuk en maya, es Yok en quechua, significando unión, como Yug, Yoga, en sánscrito”. (Pág. 44. “Los Propósitos Psicológicos. Tomo VI. Medicina Universal. Alma de las Cosas”. Dr. Serge Raynaud de la Ferrière).

La Hatha Yoga integra lo espiritual.

Theos Bernard narra detalladamente sus arduas disciplinas de Hatha Yoga, realizadas en la India, hasta que alcanzó el Samadhi, el Estado Trascendental de Yoga: “En medio de todo algo resonó y todo quedó en silencio. Aún estaba la luz y me absorbía. No pude hallar más su origen. Todo era luz. Yo también. Todo era paz. […] Me señalaron que una completa Unión con la realidad sólo podía cumplirse por la completa unión del espíritu con la materia. No era eludir el mundo físico, porque éste era parte del cósmico. Todo es uno. Lo físico, lo mental y lo espiritual jamás pueden separarse. Son meramente diferentes aspectos de lo único. El desarrollo de un aspecto es el de los demás. La manera de despertar totalmente la conciencia es vivir”. (Págs. 232 y 234. “El Camino Práctico del Yoga; El Cielo está en Nosotros. Capítulo XX. Mi Iniciación Final”).

Siglo XXI: Siglo de la Yoga (Unidad).

Los Maestros Espirituales que guían a la Humanidad, determinaron que para esta Era Zodiacal de Acuario, la Filosofía Yoga es el medio idóneo para el desarrollo integral del ser humano, en sus aspectos: físico, emocional, mental y espiritual.

Eduardo Flores Zazueta

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