Lo que Percibimos a través de los Sentidos, no es la Realidad 

Lo que Percibimos a través de los Sentidos, no es la Realidad 

“Aparecen dos sujetos parados de manera antagónica ante un mismo número (situación). Entonces desde la posición de uno, ese sujeto ve ‘seis’ (6) y desde la otra posición el otro sujeto ve ‘nueve’ (9). De cualquier manera ambas son verdades discutibles, puesto que podría ser tanto un nueve como un seis, sólo depende la forma y el lugar de dónde se le mire. Por eso la realidad no es una sola. No es seis o nueve. Más bien puede ser seis y nueve, estando ante el mismo número. Estando ante el mismo objeto concreto, incluso estando ante una misma situación, cada sujeto sacará una impresión distinta y configurará el mundo de acuerdo a ella, confirmando así sus creencias y reforzando, a su vez, su modo de ver las cosas.” (“Psyciencia. Tu realidad no es la misma que mi realidad. El observador y la realidad”).

¿Qué es la Percepción?

“Se entiende como percepción, al conjunto de procesos mentales mediante los cuales nuestro cerebro interpreta los estímulos que recoge, a nivel sensorial, del entorno que nos rodea, creando así una impresión consciente de la realidad. A estos estímulos sensoriales suelen sumarse pensamientos y sentimientos propios, para completar la imagen formada de una manera lógica o significativa para cada observador.” (“Enciclopedia Humanidades. Percepción”).

“El Cuento Popular: ‘Los Seis Ciegos y el Elefante’.

En la Antigüedad, vivían seis hombres ciegos que pasaban las horas compitiendo entre ellos para ver quién era el más sabio. Exponían sus saberes y luego decidían entre todos quién era el más convincente. Un día, discutiendo acerca de la forma exacta de un elefante, no conseguían ponerse de acuerdo. Como ninguno de ellos había tocado nunca uno, decidieron salir al día siguiente a la busca de un ejemplar, y así salir de dudas. Puestos en fila, con las manos en los hombros de quien les precedía, emprendieron la marcha enfilando la senda que se adentraba en la selva. Pronto se dieron cuenta que estaban al lado de un gran elefante. Llenos de alegría, los seis sabios ciegos se felicitaron por su suerte. Finalmente podrían resolver el dilema.

El más decidido, se abalanzó sobre el elefante con gran ilusión por tocarlo. Sin embargo, las prisas hicieron tropezar y caer de bruces contra el costado del animal. ‘El elefante –exclamó– es como una pared de barro secada al sol’. El segundo avanzó con más precaución. Con las manos extendidas fue a dar con los colmillos. ‘¡Sin duda la forma de este animal es como la de una lanza!’.

Entonces avanzó el tercer ciego justo cuando el elefante se giró hacía él. El ciego agarró la trompa y la resiguió de arriba a abajo, notando su forma y movimiento. ‘Escuchad, este elefante es como una larga serpiente’. Era el turno del cuarto sabio, que se acercó por detrás y recibió un suave golpe con la cola del animal, que se movía para asustar a los insectos. El sabio agarró la cola y la resiguió con las manos. No tuvo dudas, ‘Es igual a una vieja cuerda’ exclamo.

El quinto de los sabios se encontró con la oreja y dijo: ‘Ninguno de vosotros ha acertado en su forma. El elefante es más bien como un gran abanico plano’. El sexto sabio que era el más viejo, se encaminó hacia el animal con lentitud, encorvado, apoyándose en un bastón. De tan doblado que estaba por la edad, pasó por debajo de la barriga del elefante y tropezó con una de sus gruesas patas. ‘¡Escuchad! Lo estoy tocando ahora mismo y os aseguro que el elefante tiene la misma forma que el tronco de una gran palmera’.

Satisfecha así su curiosidad, volvieron a darse las manos y tomaron otra vez la senda que les conducía a su casa. Sentados de nuevo bajo la palmera que les ofrecía sombra retomaron la discusión sobre la verdadera forma del elefante. Todos habían experimentado por ellos mismos cuál era la forma verdadera y creían que los demás estaban equivocados.” (“Universidad Nacional Abierta y a Distancia. Los seis ciegos y el elefante, cuento popular”).

Nuestro Cerebro Interpreta.

“La percepción no es la realidad, pero, ciertamente, la percepción puede volverse la realidad de una persona, porque la percepción tiene una fuerte influencia sobre cómo percibimos la realidad. La percepción actúa como una lente a través de la cual percibimos la realidad.” (“Psychology Today en Español. La percepción no es la realidad. Solo porque creas que algo es la realidad no lo hace real”). En palabras del poeta español Ramón de Campoamor (1817-1901), sería: “Y es que en el mundo traidor / nada hay verdad ni mentira: / todo es según el color / del cristal con que se mira”. (Cuarteta del Poema LIX, titulado “Las dos linternas”, que forma parte de su obra, “Doloras”).

La “Percepción Unitaria”.

El Dr. Rubén Feldman González*, candidato al Premio Nobel de la Paz en el año 2008, relata en su obra “Psicología del Siglo XXI”, la experiencia que le cambió radicalmente el sentido de su vida: “Un día de junio de 1978, vivencié por casualidad, uno seis o siete minutos de observación en éxtasis, olvidado de mí y disuelto en la percepción unitaria o integrada de todo lo que podía ser percibido. A cada instante el mundo accesible a los cinco sentidos iba penetrando en la conciencia de ese observador, por los cinco sentidos al mismo tiempo. Nunca había vivido tan intensamente, pero no había conciencia de observador sino sólo conciencia de observación. No hubo ningún recuerdo y el futuro no existía. Había pasado diez días con Krishnamurti, pero eso no parecía relevante en aquella ‘conciencia esférica’ de la percepción unitaria. […]

EL DESCUBRIMIENTO FUNDAMENTAL DE MI PEREGINAJE, FUE QUE ES POSIBLE VIVENCIALMENTE EXPERIMENTAR EL MUNDO, LAS PERSONAS Y LA REALIDAD EN GENERAL DE UNA MANERA TOTALMENTE NUEVA, MODIFICANDO LA NATURALEZA DEL ACTO DE LA OBSERVACIÓN. Esta nueva manera de observar que denomino ‘Percepción Unitaria’ está acompañada por un estilo de vida gozoso y austero y una nueva actitud, no basada en idea o deliberación algunas, sino en una psicotransformación perceptual-global. Esta transformación puede cambiar radicalmente la estructura de nuestra cultura, lo cual va más allá de una mera revolución ideológica, económica o política.” (Págs. 11-12 y 19-20. Op. cit.).

*“Rubén Feldman González es un médico argentino, cirujano, pediatra, psiquiatra y neurólogo, conocido principalmente por su contribución a la Psicología; la que él denomina ‘Psicología Holokinética’. Con más de cuarenta libros escritos relacionados con este tema y sobre la mente humana, utilizando un enfoque que él llama ‘Percepción Unitaria’.” (“Wikipedia. Rubén Feldman González”). Al Dr. Feldman en la India, lo nombraron Bodhisatva Viriadika, que significa: “el que se ilumina rápido para tomar la responsabilidad de enseñar lo más importante de la vida”.

Más allá de la Mente Conceptual, Persistente y Recurrente.

Para acceder a dicha “Percepción Unitaria”, es necesario no pensar. Esto es muy difícil, pero si analizamos la naturaleza de nuestra mente, nos damos cuenta que ese fluir constante e incesante de pensamientos, en gran medida tienen su origen, en la costumbre que tenemos de juzgar y calificar. Constantemente emitimos juicios de valor: lo que hizo fulano estuvo mal; me cayó bien o mal tal persona; perengano es tonto o inteligente; el día está triste; que mal vestida viene, etc. Si evitamos juzgar o calificar, no alimentamos a la mente. También si observamos nuestros pensamientos, nos damos cuenta que pensamos lo mismo, una y otra vez, de forma recurrente. A la mente, la identifico con los mamíferos rumiantes, que comen, regurgitan el alimento y lo vuelven a masticar y tragar; así es nuestra mente con los pensamientos. Por ello, la califico como “una rumiante de pensamientos”.

El segundo aforismo de los “Yoga Sutras” de Patanjali, en sánscrito dice: “Yoga Chitta Vritti Nirodah”, y traducido sería, “Yoga, es la supresión de las fluctuaciones de la mente”. De acuerdo a la Filosofía Yoga, a esta mente discursiva se le conoce como Chitta, o Mente Inferior, que también está ligada a nuestras emociones. Existe otra mente, denominada Buddhi, o Mente Superior, que permite la “visión de las esencias”. Precisamente, la “Percepción Unitaria” del Dr. Feldman, se manifiesta a través de la Mente Superior. Es lo que se ha llamado Iluminación; es el cuarto estado de conciencia: la Supraconciencia; Turiyao Estado Trascendental; Satori para los practicantes del Budismo Zen; Nirvana para los Budistas; Éxtasis para los Cristianos, o Samadhi para los Yoguis.

Y tú, ¿qué parte del elefante agarras y te aferras a ella? Sostienes que esa es la realidad y además, la elevas al nivel de una verdad absoluta e indiscutible, y ¿hasta tratas de imponerla? “Nuestra verdad es solo la porción de realidad que percibimos”. El Dr. Rubén Feldman, anteriormente citado, escribió: “Lo lamentable es que la humanidad, en su mayoría, prefiere vivir en la realidad inventada por el pensamiento de uno mismo, o por el pensamiento de los demás”.

Eduardo Flores Zazueta

Un comentario en "Lo que Percibimos a través de los Sentidos, no es la Realidad "

  1. Felicitaciones mi buen Eduardo ya hacía falta que se preservaran tus maravillosos artículos semana tras semana y que mejor que este blog Gracias por compartir y si es posible insertar algunas viñetas o imágenes estaría súper padre un abrazo por este gran logro Héctor Namkha

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