El Silencio es necesario para ampliar nuestra Conciencia
En un sentido convencional, “El silencio es la ausencia total del sonido. También significa abstención de hablar, en el ámbito de la comunicación humana.” (“Wikipedia. Silencio-sonido”). Pero con mayor profundidad: “El silencio es el muro que rodea a la sabiduría”. (proverbio árabe).
Con los Pitagóricos.
“El silencio fue muy importante en el Instituto de Crotona, en la Magna Grecia, fundado por el filósofo y matemático griego Pitágoras. Al novicio, en el primer grado, el de los Acusmáticos (del griego akousmatikos, los que escuchan), se le enseñaba el valor de la palabra, a través del silencio: “No te será concedido el privilegio de hablar en la Escuela hasta que tu palabra valga más que el silencio a que te hallarás sometido como disciplina. En tanto, tus palabras no sean justas, armoniosas y sabias y tengan el poder de ayudar a los demás, te será más beneficioso callar. Observa bien este esencial mandamiento: Callarás hasta que tu palabra merezca ser oída. Hasta que la emitas como una dádiva para los dioses y para los hombres”. (Pág. 85. “La Vida Serena de Pitágoras”. Josefina Maynadé).
En la Orden Cisterciense.
“La Orden Cisterciense, igualmente conocida como orden del Císter, o incluso como Santa orden del Císter. Es una orden monástica católica reformada. Tienen como regla la de san Benito, la cual aspiran seguir en forma estricta. […] Los trapenses miden el tiempo que conceden a la palabra. Si bien no hacen voto de silencio reservan la palabra a la comunicación necesaria para el trabajo, diálogos comunitarios y las entrevistas personales con el supervisor y el guía espiritual. La conversación espontánea se reserva para ocasiones especiales. Los trapenses, siguiendo a los Padres del Desierto y a San Benito, consideran que hablar poco permite profundizar la vida interior; el silencio es parte de su espiritualidad. Lo importante para ellos es no dispersarse en palabras que alteren la disposición del hombre a hablar, dentro de su corazón, con Dios y, también, consideran que aquello importante que el monje tiene que decir debe ser dicho y escuchado” (“Wikipedia. Orden del Císter”).
El Silencio Mental.
Normalmente nos referimos al silencio, cuando no hay sonidos o no emitimos sonidos, pero el silencio en un sentido más profundo, significa silenciar o acallar la mente; es decir, meditar. El segundo “Aforismo de Patanjali” (“Yoga Sutras”) señala, “Yogash Chitta Vritti Nirodhah”, “Yoga es el cese de las fluctuaciones de la mente”.
Respecto al silencio, Sri Swami Sivananda Saraswati escribió: “El objetivo de la vida es el silencio. El silencio es el lenguaje de Dios. La paz es el silencio. El silencio es el lenguaje del corazón. El silencio es el lenguaje de los sabios. El silencio es una fuerza inmensa. El silencio es gran elocuencia. El silencio es poder. El silencio es una fuerza viviente. El silencio es la única realidad. Detrás de todo ruido y sonido está el silencio, tu alma más íntima. El silencio es una experiencia intuitiva. Entrar en el silencio es convertirse en Dios. No hay bálsamo curativo mejor que el silencio para aquellos que tienen un corazón herido por fracasos, decepciones y pérdidas. El silencio que disfrutas durante el sueño profundo y el silencio que experimentas al caer la noche dan la pista de la existencia de ese océano de silencio”. (“Atmabhava. Inspiración. Silencio”).
Mahatma Gandhi, en su autobiografía “La historia de mis experiencias con la verdad”, señala que realizaba mouna (voto de silencio) todos los lunes: “La experiencia me enseñó que el silencio forma parte de la disciplina espiritual del devoto de la verdad”. “Para mí, el silencio se ha vuelto una necesidad física y espiritual.”
Callar, es uno de los 4 Verbos del Iniciado.
El Instructor de la actual Era Zodiacal de Acuario, Serge RaYNaud de la FerRIère, menciona estos Verbos. “Se sabe ya que este célebre axioma: Saber, Querer, Osar, Callar, se aplica a muchas explicaciones esotéricas y que está en la base de todo estudio iniciático. Hemos tomado desde el principio las correspondencias con las formas de la Esfinge de Egipto. […] Los Adeptos de los Colegios de Iniciación eran conducidos ante este enigmático símbolo y debían dar una explicación a esta misteriosa figura de piedra, antes de ser introducidos por la puerta que estaba entre las dos patas del animal sagrado y que conducía por profundas galerías a salas subterráneas. Es obvio que tenemos que pasar por alto la descripción de las Pirámides, de los templos, de los santuarios, agrupados en torno de la Esfinge en razón de analizar el enigmático axioma: Saber-Querer-Osar-Callar.
- SABER: Corresponde a la cabeza del hombre, es la Inteligencia. [Acuario].
- QUERER: Está simbolizado por el cuerpo del toro, es el Trabajo. [Tauro].
- OSAR: Equivale al león que personifica la Fogosidad. [Leo].
- CALLAR: Está simbolizado por las alas del águila que caracteriza la Alta Filosofía. [Escorpión, como Signo con doble Constelación, Águila-Escorpión].” (Pág. 510. “Los Grandes Mensajes. Tercer Mensaje. Los Misterios Revelados”).
Esos 4 Signos Fijos del Zodiaco, se mencionan en la Biblia en los siguientes pasajes:
- “La forma de sus caras era la de una cara de hombre, con una cara de león en el lado derecho de los cuatro, una cara de toro en el lado izquierdo de los cuatro, y una cara de águila en los cuatro.” (A.T. Ezequiel 1:10).
- “El primer ser viviente era semejante a un león; el segundo era semejante a un becerro; el tercero tenía rostro como de hombre; y el cuarto era semejante a un águila volando.” (Apocalipsis 4:7).
Los 4 Verbos Iniciáticos en las principales Culturas Mesoamericanas.
El Lic. Antonio Velasco Piña, “El Testigo”, como lo llamó Regina, en su libro, “Legado 68. A 50 años de Tlatelolco, lecciones del movimiento que despertó a México”, escribió. “En la edad histórica de Predominio de la Intuición emotiva en el chakra de México surgieron y florecieron cuatro elevadas culturas:
1. La cultura Olmeca, cuya característica distintiva está contenida en la palabra clave ‘callar’. Significa que un grupo de altos iniciados realizó la proeza de nulificar su ego y alcanzar un silencio interno, lo que les permitió percibir la voz de lo sagrado indicándoles lo que debían hacer: la creación de una cultura madre, que constituiría un modelo arquetípico para las culturas que habrían de sucederle. AI iniciarse el siglo XVI la cultura Olmeca tenía ya más de un milenio de haberse extinguido, subsistían tan sólo unos cuantos Guardianes, encargados de preservar la valiosa herencia que constituían los conocimientos alcanzados por esta cultura. [“Las Cabezas Olmecas contienen una gran cantidad de información, de conocimiento y de sabiduría que entenderemos cuando logremos recuperar nuestra capacidad de ver con toda profundidad a través del silencio.” (“Historia y Genealogía Hispanoamericana. Silencio y sabiduría de los Olmecas”)].
2. La cultura Maya, cuya característica distintiva está contenida en la palabra clave ‘saber’ y cuyos integrantes alcanzaron conocimientos matemáticos y astronómicos, superiores a los de cualquier otra cultura que haya existido, a grado tal que sus centros ceremoniales constituían reproducciones a escala de algunas constelaciones, lo que les permitía poder sintonizarlos con las energías cósmicas provenientes de dichas constelaciones, Profundos conocedores de cuanto se refiere a la ciencia de los ciclos, los mayas pudieron predecir que su cultura, tras llegar a la cúspide de su esplendor, iniciaría su inevitable decadencia. Optaron por no transitar por ésta y abandonaron sus centros ceremoniales y sus escuelas de altos estudios, quedando tan sólo algunos escasos Guardianes a cargo de preservar la memoria de lo esencial de sus asombrosos conocimientos.
3. La cultura Zapoteca, cuya característica distintiva es la palabra clave ‘amar’, propició que el amor fuera el eje central de todas las actividades de sus integrantes. Se trata desde luego de un amor muy elevado que inicia por un amor a lo Divino, para luego abarcar cuanto existe, desde las estrellas hasta los animales y las plantas. En lo tocante a la práctica del amor a sus semejantes, los zapotecas no se limitaron a manifestarlo a través de poesías, danzas y canciones, sino que realizaron la proeza de edificar Monte Albán, una gigantesca máquina de curación de la psique, que es donde se encuentra la verdadera causa de múltiples enfermedades físicas. Aun cuando al declinar esta cultura sus integrantes no fueron ya capaces de mantener funcionando tan sofisticada maquinaria, hasta la fecha sus Guardianes continúan teniendo profundos conocimientos en materia de herbolaria y de distintas técnicas curativas.
4. La cultura Náhuatl, cuya característica distintiva es la palabra clave ‘osar’. Erróneamente los historiadores oficiales han clasificado como tres culturas diferentes a lo que fueron tres etapas de una misma cultura. Las denominadas culturas, teotihuacana, tolteca y azteca, son en realidad las Etapas Sagrada, Heroica y Humana de la cultura Náhuatl. Durante la etapa sagrada de la cultura náhuatl, que tuvo como centro a Teotihuacán, sus integrantes lograron reconstruir y que volviera a funcionar gran parte de la maquinaria del manejo de energías cósmicas construida milenios atrás y que llevaba mucho tiempo de estar en el más completo abandono. La Etapa Heroica de la cultura Náhuatl tuvo como centro la ciudad de Tula. El personaje más destacado de esta etapa fue Ce-Ácatl Topiltzin Quetzalcóatl, el último emperador tolteca… La Etapa Humana de la cultura náhuatl, tuvo su centro en Tenochtitlan… En la Etapa Humana de la cultura Náhuatl, en la que loa aztecas más destacados fueron Tlacaélel y Cuauhtémoc”. (Págs. 24-27. Op. cit.).
“El silencio es el lenguaje de Dios, todo lo demás es una simple traducción.” (Rumi, poeta sufí). El silencio, no es nada más dejar de hablar: es silenciar, acallar la mente. Si queremos escuchar la Voz de Dios, hay que guardar Silencio.
Eduardo Flores Zazueta