La Astrología es una Ciencia de inagotable Autoconocimiento
“Astrología, es la Ciencia que estudia la influencia ejercida por los cuerpos celestes sobre la Tierra y el hombre y cuyo adecuado conocimiento permite pronosticar el destino de los individuos y otros acontecimientos. Aunque su origen es tal vez más remoto, se estima generalmente que esta ciencia conjetural tuvo su nacimiento en Caldea, donde la casta sacerdotal y los magos mantenían la creencia de que las Constelaciones Zodiacales y los planetas eran residencia de seres divinos y que por la observación atenta de sus movimientos y fluctuaciones era posible conjeturar sucesos humanos. Allí se supuso por primera vez que la posición de los astros en el instante del nacimiento, marcaba el carácter y destino del hombre.” (“Diccionario Esotérico. Compendio de términos orientales y occidentales relacionados con el ocultismo y términos afines”. Zaniah).
Respecto a la Ciencia Astro-lógica, el Instructor de la actual Era Zodiacal de Acuario, el Dr. Serge RaYNaud de la FerRIère, escribió lo siguiente: “La bóveda celeste contiene todo el destino de la Humanidad. Basta con poder leer ese poema maravilloso. Desde la antigüedad, la Ciencia de los Astros ha demostrado sus pruebas y no hay filosofías herméticas, sectas y religiones, que no tengan bases sobre símbolos planetarios.” (Pág. 67. “Los Grandes Mensajes. Primer Mensaje. La Venida del Gran Instructor del Mundo”).
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La Astrología en la Biblia.
- “Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años, y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así. E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche; hizo también las estrellas. Y las puso Dios en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra, y para señorear en el día y en la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno.” (A.T. Génesis 1:14-18).
- “Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, La luna y las estrellas que tú formaste, Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, Y el hijo del hombre, para que lo visites?” (A.T. Salmos 8:3-4).
- “¿Podrás tú atar los lazos de las Pléyades, O desatarás las ligaduras de Orión? ¿Sacarás tú a su tiempo las constelaciones de los cielos, O guiarás a la Osa Mayor con sus hijos? ¿Supiste tú las ordenanzas de los cielos? ¿Dispondrás tú de su potestad en la tierra?” (A.T. Job 38:31-33).
- “Así dijo Jehová: No aprendáis el camino de las naciones, ni de las señales del cielo tengáis temor, aunque las naciones las teman.” (A.T. Jeremías 10:2).
- “Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle.” (Mateo 2:1-2).
- “Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la Tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas.” (Lucas 21:25).
Astrólogos ilustres.
“Además debemos citar algunos astrólogos como Aristóteles, Galeno, Plutarco, Pitágoras, Tycho Brahe, Kepler, Santo Tomás de Aquino, Roberto Fludd, o acudir a nombres que aclaran mejor la seriedad de la astrología, ya que sus representantes pertenecen al mundo religioso, como el Abate de Sigonce, bibliotecario del Cardenal Richelieu, quien se consagró a ella. En todo caso sería suficiente ver los prefacios de San Juan Jerónimo, ordenados por los Papas Sixto V y Clemente III; no obstante, seguiremos mencionando todavía a los prelados San Denis, San Cesáreo, San Malaquías, Obispo de Ptolomeos, Sinesius, Nicephoro, Obispo Constantinopla, Alberto Magno (canonizado en 1934), demostrando de esta manera que precisamente en nuestros días no se debe condenar a los autores profanos de la ciencia de los astros. Igualmente hay que exponer los nombres del Obispo de Ratisbona, mejor conocido entre los astrólogos con el pseudónimo de Regiomontanus, el Obispo de Freissing, Leopoldo d’Autriche, el Cardenal d’Ailly, los Cardenales Cusa, Cajetán, Ingegnevi, Bernard de la Mirandole, Obispo de Caserte, etc. Por tanto, uno no se puede sentir deshonrado de estudiar astrología, después del ejemplo de los dominicos Savonarola, Campanella, los franciscanos R. Julio y R. Bacon, el benedictino Trythme, los jesuitas Kircher, Postel, Torreblanca, de Villapaude, Canón de Florencia, Firín, Pierre Bungo, Cardenal Jerónimo Cardán (médico de San Ch. Borromee), A. Sicler (médico de C. de Neuville), el Arzobispo de Lyons, etc., y así hay muchos más que podrían mencionarse.” (Pág. 449. “Los Grandes Mensajes. Quinto Mensaje. Misticismo en el siglo XX”. Serge RaYNaud de la FerRIère).
Existe un axioma en Astrología, que dice: “Los astros inclinan pero no determinan”. Con relación al determinismo, el Maestre RaYNaud de la FerRIère nos aclara lo siguiente: “Propiamente desde el punto de vista de lo individual la astrología no incluye en absoluto ningún determinismo; nos indica solamente los esfuerzos indispensables para nuestra evolución y aquella parte del libre albedrío que se nos concede, a fin de poder verificar nuestra energía y dirigirla mediante el conocimiento tanto de los períodos favorables, como de nuestras capacidades y posibilidades. Dios es Omnipresente y esto nos obliga a estudiar Su Presencia, tanto en lo infinitamente grande, como en lo infinitamente pequeño. El cielo es un gran libro, abierto por el amor de Dios a la inteligencia del hombre.” (Págs. 449-450. “Los Grandes Mensajes. Quinto Mensaje. Misticismo en el siglo XX”).
Para finalizar, cito nuevamente al Maestre RaYNaud de la FerRIère: “Los Ocultistas dicen muy justamente: ‘El sabio rige su estrella, más el ignorante es regido por ella’. En efecto: la Cosmobiología nos enseña que, si bien es cierto que una influencia planetaria predispone a un individuo en tal o cual sentido, así mismo no es menos exacto que él pueda variar, a su elección, su comportamiento, en la medida en que haga intervenir su voluntad. […] No hay duda que cada ser responde de diferente manera a una influencia planetaria. Esto, precisamente nos conduce a afirmar: Todo lo que sucede está inscrito en la bóveda celeste; más no todo lo que está inscrito en la bóveda celeste tiene forzosamente que suceder.” (Págs. 424-425. “Los Grandes Mensajes. Cuarto Mensaje. Ciencia y Religión”).
Eduardo Flores Zazueta
19 comentarios en "La Astrología es una Ciencia de inagotable Autoconocimiento"
Muchísimas gracias maestro Eduardo
Muchas gracias Eduardo.
Excelente semana.
Saludos.
Muchas gracias Alberto.
Gracias a estudiar
Muy interesante.
Excelente y valiosísima información!!! Gracias Edu …
Muchas gracias María Bertha.
Muchas gracias! Saludos
Felicidades Eduardo.
Excelente trabajo.
Muchas gracias Mario.
Excelente aporte maestro, gracias, gracias gracias, por su claridad de pensamiento y conocimiento . Compartir es crecer.
Muchas gracias María Elena. El difundir el conocimiento adquirido forma parte de mi Misión.
Hola Eduardo, mis respetos para ti!
Qué magnífica información, reflexiones, observaciones, por tu interesante blog, en fin, te felicito por tu loable función en esta vida👏🏼
Gracias por mantenerme en tu lista de envíos. Un abrazo
Hola Laura. Claro que sí. Con mucho gusto te envío mis artículos.
Gracias por la información y por el documento descargable.
Con mucho gusto Víctor.
Muy bien Eduardo, buenas noches, en éste momento leí el artículo, como siempre lo que publicas, es muy interesante, quiero destacar que uno con el buen uso del libre albedrío y buena voluntad, podemos modificar po que está escrito en la bóveda celeste, o tal ve se le pueda llamar campo cuántico, en fin, y ne queda claro que si yo mejoro la humanidad mejora, te envío saludos cordiales e infinidad de Bendiciones
Efectivamente mi estimado José Enrique, así nos lo indica la teoría del campo unificado: todo y todos estamos interconectados.
Así es mi estimado José Enrique. Saludos cordiales.