¿Cuál es la función familiar de la “Oveja Negra”?

¿Cuál es la función familiar de la “Oveja Negra”?

“Ser la ‘oveja negra’ de la familia es ser diferente dentro del grupo familiar. Es distinguirse de los demás por cualidades que normalmente no son bien vistas ni compartidas por el resto de los integrantes. Son precisamente esas características, consideradas inaceptables, inadecuadas o extrañas por su entorno, las que le impiden encajar por ser diferente a los demás.

En los rebaños de ovejas, se utiliza esta expresión para referirse a un número reducido de animales que tienen la lana negra en lugar de blanca, debido a la presencia de un gen recesivo. Al tener un color distinto, destacan del rebaño y suelen ser menos valoradas porque su lana no se puede teñir. Entonces, haciendo una analogía: esa ‘oveja negra’ es el integrante que no puede ajustarse a las reglas o características del sistema y tiene la tendencia de desarrollar una identidad distinta con ideales propios. En contraste las ‘ovejas blancas’ se ajustan a lo establecido y a lo que se les exige para ser aceptadas y pertenecer al sistema. Curiosamente las ‘ovejas negras’, según las tradiciones de los pastores del Alto Aragón, protegen al rebaño de las tormentas y de algunos males y enfermedades. De igual manera podemos decir que, dentro de la familia, la ‘oveja negra’ introduce cambios para la evolución y equilibrio del sistema.

Características de la ‘oveja negra’.

El rol de la ‘oveja negra’, se le atribuye a la persona que no cumple con las obligaciones del clan, cuestiona las creencias y se rebela ante el statu quo de la familia. También encontramos similitud de este concepto con el arquetipo junguiano del ‘rebelde’ que se caracteriza por ser inconformista y cuestionar el estado de las cosas, por generar cambios y brindar nuevas perspectivas. Esta actitud desafiante y tendencia por romper las reglas establecidas también las aborda Freud, exponiendo que en la adolescencia se produce el impulso, en sentido metafórico, de ‘matar al padre y la madre’. Lo que refleja el momento en que las personas buscamos diferenciarnos del núcleo familiar para convertirnos en adultos independientes.

La función de la rebeldía.

Podríamos decir que la rebeldía en un sistema familiar, funciona como una emoción que nos mueve de la zona de confort, individual y de grupo, hacia la mejora y la evolución. Pero esta no es una rebeldía sin sentido; la ‘oveja negra’ piensa por sí misma, cuestiona y busca su propio camino, generalmente fuera de lo acostumbrado en su sistema. Una ‘oveja negra’ se atreve a vivir de una forma distinta, expresando talentos ocultos y dando rienda suelta a los sueños reprimidos del clan. Cuestiona los errores y patrones de comportamiento disfuncionales de la familia, busca respuestas y se aleja de tradiciones y normas familiares. Dicho de otra forma, la ‘oveja negra’ aporta contraste y complementariedad. De tal manera que, al igual que el color negro hace que una oveja destaque dentro de un rebaño de ovejas blancas, a la persona que cumple este rol dentro del sistema, se le considera ‘diferente’, en relación a las normas que se siguen en su familia. Lejos de ser perjudicial, la función que desempeña este miembro, es imprescindible para la evolución del sistema. A pesar de ello, la persona que ocupa este rol es frecuentemente blanco de críticas y rechazo, debido a que sus características le hacen diferente y no comulga con lo establecido dentro del sistema.” (“Enric Corbera Institute. La Oveja Negra de la Familia”).

“Dentro de nuestras familias todos tenemos un rol. Ya sea asumido o asignado por los demás. Desde la infancia fuimos catalogados como ‘la bonita’, ‘la inteligente’, ‘el fuerte’ o ‘el chillón’. A veces es el orden de nacimiento causante de estas etiquetas. Otras, alguna característica observada o hasta alguna conducta muy definida. La cuestión es que de nosotros se espera que nos ajustemos al mito familiar y asumamos un rol, tradiciones y hasta lealtades sin cuestionar. ¿Pero qué pasa cuando no te ajustas a las expectativas familiares? De inmediato muchos se inquietan y se apresuran a querer regresarte al corral. Si no lo haces, adquirirás un nuevo rol: el de ‘la oveja negra’.

La ‘oveja negra’ dentro de una familia:

  • No se ajusta a las creencias, normas o roles familiares (especialmente cuando son impuestos, o son muy rígidos).
  • Adopta otra religión.
  • Se casa o, peor aún, o se ‘junta’ con la persona ‘incorrecta’: viuda, divorciada, madre soltera, alguien mayor o menor, alguien de clase social distinta, de raza distinta, o de una religión diferente.
  • Adopta valores distintos.
  • Debe siempre obedecer lo que sus padres digan, sin importar si eso es lo que quiere o no en la vida. Amarlos, sin importar si de niño fue maltratado o abusaron de él.
  • No ajustarse a los roles de género familiares. Especialmente si decide no tener hijos; si los tiene, el no sacrificarse por ellos; no querer casarse de blanco o por la iglesia, etc.
  • Hacer cosas para las que ‘ya no estás en edad’. Vestir de cierta manera; enamorarte a cierta edad, salir sola de vacaciones, etc.
  • No estudiar cómo se espera de ti, o lo que se espera de ti. Cambiar de carrera, o dejar la escuela para dedicarte a lo que amas.
  • Cuestionar, cuando lo que se te ha pedido es obedecer.

¿Qué trato se le da a alguien así? Ocurre un fenómeno conocido como “marginación familiar”.

Es dar a un miembro de la familia, en este caso ‘la oveja negra’ un trato diferente, constantemente se les critica, se les excluye de ciertas conversaciones y eventos familiares, se habla de ellos a sus espaldas, desaprueban abiertamente lo que hacen o dicen, se perciben como una ‘mala influencia’ para otros. No se les da un trato digno o respetuoso. Alguien que rompe la conformidad con el mito familiar, pone en riesgo el linaje y la estabilidad de las estructuras de poder establecidas en la familia. Los que principalmente marginan son los mayores, o quien tenga un estatus familiar elevado (hermano mayor, el consejero familiar, etc.). Además lo que es nuevo y diferente inquieta o asusta a quienes no sienten que tengan los medios o recursos, ni siquiera para cambiar ellos mismos, sino incluso para comprender el cambio. Actúan por miedo e ignorancia.” (“W Radio. Relaciones Familiares ¿Eres la oveja negra de la familia?”).

“Entendiendo el sistema familiar.

La familia es un grupo de personas que funciona como un sistema, en el que cada integrante es una pieza que debe comportarse de acuerdo a las reglas que unen y dan identidad al grupo. En toda familia existen una serie de creencias compartidas, apoyadas consciente o inconscientemente por todos sus miembros, que actúan como una especie de dogmas que no pueden cuestionarse. Por lo tanto, es a través de la influencia que ejerce nuestro entorno y de la educación que recibimos, que integramos estos valores, hábitos y creencias, como normas de conducta que se consideran aceptables y que sentarán las bases de nuestra personalidad y de nuestra manera de percibir e interactuar con los demás en la etapa adulta. […]

Hay que cuestionar la ‘normalidad’ para poder cambiarla.

Una forma de identificar si estamos sosteniendo creencias obsoletas, en el ámbito familiar o social, porque son consideradas ‘normales’, es observando las ideologías políticas, los estudios, las vocaciones, la forma de entender las relaciones de pareja, la sexualidad, las creencias religiosas, etc. Y de esta forma tomar consciencia de cómo, por el simple hecho de pertenecer y no salir de la ‘normalidad’, alimentamos y perpetuamos conductas colectivas que no contribuyen a la evolución y equilibrio del sistema. Así que para cambiar lo anterior debemos cuestionarnos. Puedes comenzar por preguntarte: ¿Qué ‘normalidad’ consideras disfuncional o perjudicial en tu familia? ¿Ante qué creencias de la ‘normalidad’ de tu sistema te has revelado o te gustaría hacerlo? ¿Ante qué ‘normalidad’ se está revelando otro integrante de la familia? y ¿qué crees que podría aportar al sistema?

Hacia un nuevo equilibrio.

La familia es el núcleo donde se forman las personas que integrarán la sociedad del futuro. En consecuencia es necesario entender que las familias estrictas, inflexibles, intolerantes e incluso tiránicas con sus miembros perjudican su propio desarrollo. En este contexto, la rebeldía de un integrante supone un reto para el sistema familiar, pero también ofrece una oportunidad para mejorar y reajustar su funcionamiento en pro de un nuevo equilibrio. Es necesario que aprendamos a honrar nuestra vida entendiendo y aceptando que nuestro valor se encuentra en nuestras diferencias y que, precisamente es eso, lo que nos ayudará a cumplir nuestro propósito. Al mismo tiempo, para honrar al sistema familiar, debemos atrevernos a romper sus mandatos y a hacer lo que nuestros ancestros no pudieron o no supieron hacer.” (“Enric Corbera Institute. La Oveja Negra de la Familia”).

Los cambios son inevitables e indispensables. Estos son los Principios que rigen al Universo.

El Universo está en constante movimiento y evolución. Existen tres Principios que permiten esta manifestación: el Creador, el Conservador y el Transformador. Éste último, permite que surja nuevamente el Principio Creador. En la Astrología de origen caldeo, en una de sus clasificaciones conocida como Modalidad, encontramos la expresión de estos tres Principios.

  1. El Principio Creador, se expresa en la Cruz Cósmica Cardinal. Son Aries, Cáncer, Libra y Capricornio. Son Signos que poseen iniciativa, innovación, audacia, temeridad, ambición, impulso y acción rápida.
  2. El Principio Conservador, se manifiesta en la Cruz Cósmica Fija. Son Tauro, Leo, Escorpión y Acuario. Son Signos de estabilidad, conservación, firmeza, voluntad y constancia. El Conocimiento de la Tradición Iniciática, descansa en estos Signos para lograr su perdurabilidad.
  3. El Principio Transformador, se presenta en la Cruz Cósmica Mutable. Son Géminis, Virgo, Sagitario y Piscis. Son Signos de adaptación, cambios, flexibilidad, discernimiento y espíritu imparcial. Cambian, mejoran o renuevan los sistemas, métodos y procedimientos establecidos.

Así podemos apreciar que los cambios forman parte de la evolución universal: ya sea en lo individual, familiar, social, regional, mundial y cósmica. Esta es la Misión, que le corresponde a los Signos Mutables del Zodiaco.

Concluyo este tema, con mis apreciaciones y deducciones personales. El hijo que es calificado y clasificado como la “oveja negra” de la familia, influye de manera decisiva en la dinámica familiar, de las siguientes maneras:

  • Pone en duda y confronta las estructuras mentales de los padres y su forma de actuar. Aquí surge una disyuntiva para los padres.
    • Aceptan que las cosas no son necesariamente como las piensan y se adaptan a la nueva realidad.
    • O, se aferran a sus propios dogmas y se radicalizan. Corren de su casa, de manera consciente o inconsciente a ese hijo que les resulta amenazante para su estabilidad mental y tiranizan a sus demás hijos, para que no sigan los “malos pasos” de ese hijo “mal agradecido”.
  • Ese hijo rebelde, puede sensibilizar a sus padres, haciéndolos más abiertos y flexibles. De esta forma, sus hermanos pueden aprovechar esa tolerancia y buscar más fácilmente su propia realización personal.

En la Cosmogonía Hindú, los tres Principios ya enunciados, están representados por la Trimurti: Brahma, Vishnu y Shiva. Así como Brahma tiene el rol de Creador, Vishnu tiene el de Preservador de la Creación y Shiva, es la fuente de todo movimiento y Transformación del Universo. Estos Principios, a nivel humano, los encarna la Familia: el Padre, al Principio Creador; la Madre, al Conservador y el Hijo, al Transformador. Existe un Orden perfecto: “y sea que te resulte claro o no, indudablemente el Universo marcha como debiera”. Es así como nos lo recuerda una estrofa del poema “Desiderata”. Aum Tat Sat.

Eduardo Flores Zazueta

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