La importancia de la Comunicación Asertiva
“La comunicación asertiva es un estilo de comunicación que implica expresar tus ideas, opiniones y sentimientos de manera clara, directa y respetuosa, sin agredir ni menospreciar a los demás. Se basa en el respeto mutuo y en la búsqueda de un equilibrio entre tus propias necesidades y las de los demás. La asertividad, pues, implica ser capaz de comunicar tus deseos y necesidades de manera firme, pero sin ser agresivo o pasivo. El objetivo es expresarte de forma clara y honesta, manteniendo el respeto por ti mismo y por los demás. La comunicación asertiva es fundamental en diversos ámbitos de la vida, tanto en el personal como en el profesional, y es un pilar indispensable para la resolución de conflictos, la toma de decisiones y el establecimiento de límites saludables.
Existen 4 tipos de comunicación asertiva:
- Directa. Expresa tus sentimientos y tus pensamientos de manera clara y sin rodeos. Este enfoque puede ser útil cuando necesitas ser directo y resolver un problema de manera rápida y eficaz.
- Empática. Implica entender y respetar las necesidades de la otra persona mientras te mantienes firme en tus propias convicciones.
- Asertiva. Implica defender tus derechos y expresarte de manera clara y firme sin preocuparte demasiado por los sentimientos de los demás. Este enfoque es útil cuando necesitas establecer límites claros y proteger tus intereses.
- Pasiva. Supone expresar tus pensamientos y sentimientos de manera tímida o sumisa, evitando el conflicto a toda costa. Aunque este enfoque puede parecer inofensivo, puede llevar a la acumulación de resentimiento y a la falta de respeto por parte de los demás.
Las 7 técnicas asertivas más eficaces que puedes incorporar a tu lenguaje para transmitir una comunicación más respetuosa y efectiva son:
- El uso del ‘yo’ en lugar del ‘tú’. No acuses o culpes a la otra persona. En lugar de ello, es más efectivo hablar desde tu propia experiencia empleando frases como ‘yo siento que’ o ‘yo necesito’. Esto ayuda a que la otra persona no se sienta atacada y facilita una comunicación más abierta y receptiva.
- La técnica del disco rayado. Consiste en repetir de manera calmada y firme, sin ceder ante la presión o la manipulación. Por ejemplo, si alguien insiste en que hagas algo que no quieres hacer, puedes responder de manera asertiva repitiendo tu posición una y otra vez sin necesidad de entrar en discusiones innecesarias.
- La técnica del banco de niebla. Se basa en aceptar parcialmente la crítica o la queja de la otra persona, pero sin comprometer tus propios valores o necesidades. Por ejemplo, puedes decir ‘Entiendo que puedas pensar eso, pero yo veo las cosas de manera diferente’.
- El elogio positivo. Consiste en expresar aprecio y reconocimiento por los esfuerzos o cualidades positivas de la otra persona antes de plantear tus propias preocupaciones o necesidades. Esto ayuda a crear un ambiente más receptivo y colaborativo para la comunicación.
- La técnica del acuerdo asertivo. Esta técnica busca un compromiso que sea satisfactorio para ambas partes en lugar de tratar de imponer una sola solución. Esto demuestra flexibilidad y disposición para trabajar juntos para encontrar una solución mutuamente beneficiosa.
- La técnica del tiempo libre. Busca establecer límites claros en cuanto al tiempo o los recursos que estás dispuesto a dedicar a una situación o tarea. Por ejemplo, puedes. decir algo como ‘Estoy dispuesto a ayudarte, pero solo tengo 30 minutos disponibles en este momento’.
- La técnica de la confrontación constructiva. Consiste en abordar los problemas o conflictos de manera directa y respetuosa, buscando una solución que beneficie a ambas partes. Esto implica expresar tus preocupaciones de manera clara y específica sin atacar a la otra persona ni perder de vista el objetivo de resolver el problema.” (“Escuela de Postgrado de Psicología y Psiquiatría ¿Qué es la comunicación asertiva y qué técnicas hay?“)
Características de la comunicación asertiva.
- “Ser claros y concretos. Decir específicamente lo que queremos. Si nos limitamos a insinuar, corremos el riesgo de ser mal interpretados por los demás.
- Ser breves. Ya lo dice el adagio popular “lo bueno, si breve, dos veces bueno”. Si argumentamos extensa y constantemente, nuestros argumentos perderán peso.
- Disculparse, cuando es necesario. Si hacemos reclamos legítimos, las excusas sobran; de otra manera, parecerá que nos sentimos culpables y nos veremos inseguros. No obstante, siempre debemos hablar con respeto.
Ventajas de ser asertivo/a.
- Mejora la autoconfianza y la autoestima.
- Podemos identificar nuestros sentimientos.
- Cuando respetamos al otro, nos ganamos el respeto de los demás.
- Mejoramos nuestras habilidades comunicativas.
- Podemos tomar mejores decisiones.
- Construimos relaciones sociales y laborales basadas en la sinceridad.” (“Universidad Central La comunicación asertiva, una habilidad fundamental para el convivir”).
Saber decir que No.
“Uno de los problemas a los que se enfrentan las personas no asertivas, es su dificultad para decir no. Les es muy difícil negarse a hacer algo que les piden, aunque estas peticiones vayan en contra de sus principios, sus necesidades o sus deseos, por miedo a las consecuencias negativas que les pueda acarrear el negarse a hacer algo que no quieren hacer.
Entre las consecuencias negativas percibidas encontramos fundamentalmente los siguientes aspectos:
- Sentimientos de culpabilidad. El negarse a hacer algo, puede despertar en las personas no asertivas un gran sentimiento de culpabilidad, llegando a percibirse a sí mismas como ‘malas personas’, y para evitar este sentimiento consigo mismas, se ven avocadas a ceder a los deseos de los demás.
- Conflictos posteriores que no van a saber resolver. Las personas no asertivas anticipan que el negarse a hacer algo que les piden los demás, supondrá generar un conflicto mayor que no van a saber gestionar.
- Enfados de los demás. Anticipan que el negarse a hacer algo, generará en los demás una reacción de enfado y el deterioro de la relación e incluso la pérdida de la relación con esa persona.
Por qué es importante saber decir No.
El saber decir no, tiene una serie de beneficios que debemos considerar como motivadores fundamentales para comenzar a poner en marcha esta estrategia asertiva:
- Evitar la manipulación. Cuando hacemos algo que no queremos, nos sentimos manipulados por los demás, sentimos que se están aprovechando de nosotros y vamos generando resentimiento hacia esas personas que pueden resultarnos abusivas.
- Potenciar la seguridad en nosotros mismos, autoestima y sensación de libertad. El saber decir no, nos permite desarrollar la confianza en nosotros mismos y aumentar nuestra autoestima. También nos permite tomar nuestras propias decisiones y por tanto dirigir nuestra vida en esas situaciones.
- Evitar implicarnos en cosas de las que nos vamos a arrepentir. Es posible que si no ejercemos el derecho a decir no, nos veamos implicados en situaciones que atentan contra nuestros principios, creando en nosotros un malestar emocional elevado malestar y generando una sensación negativa hacia nosotros mismos por haber cedido. (“PsicoGlobal. Asertividad – la importancia de saber decir no”).
Estilos de Comunicación.
- Pasiva. Anteponer los deseos y los derechos de los demás a los propios.
- Agresiva. Anteponer los propios deseos y derechos por encima de los de los demás. Usar un lenguaje brusco o agresivo, o incluso, llegar a insultar o menospreciar a otras personas.
- Asertiva. Buscar satisfacer los propios deseos y derechos, pero sin poner en peligro o pisar los de los demás.” (“Psiquion. Estilos comunicacionales: pasivo, agresivo y asertivo”).
Los adverbios sí y no, a pesar de ser igual de cortos, por sus implicaciones, entre ellos existe un océano de diferencia. Por eso, como lo expresó Tom Friel, consultor y ex CEO de Heidrick & Struggles: “Necesitamos aprender a decir el lento sí y el rápido no”. O también, como lo dijo Otto von Bismarck, el estadista y político alemán: “Es un gran mal no saber decir con resolución sí o no”.
Eduardo Flores Zazueta