Lo que negamos en nosotros, lo proyectamos en los demás
“La proyección psicológica es un mecanismo de defensa, que consiste en atribuir un impulso o rasgo indeseable a otra persona para negarlo como propio. Ya que, al adjudicar ese deseo o característica reprimida a un tercero, podemos mantener a salvo nuestra autoimagen y sensación de valía personal.” (“Ayuda Psicológica en Línea. Proyección Psicológica ¿Qué es y cómo gestionarla?”).
“¿Qué son los mecanismos de defensa?
Los mecanismos de defensa son una parte fundamental de la mente humana y algunos de ellos están presentes en nosotros ya desde niños. La función principal de los mecanismos de defensa es la de protegernos ante la posibilidad de sufrir un alto nivel de ansiedad, dolor o insatisfacción emocional. Son unos mecanismos inconscientes, por lo que no los usamos por voluntad propia, sino que a lo largo de la vida se han ido instalando con más o menos intensidad en nuestra forma de relacionarnos con nuestro entorno y con nosotros mismos. Nos permiten afrontar nuestra vida en un estado emocional que podríamos llamar de calma, mientras que si no existieran estaríamos más conectados con aquello que nos genera ansiedad.
¿Qué es la proyección? ¿Cómo funciona y de qué nos protege?
La proyección es un mecanismo de defensa, por el cual ponemos en el otro, aquello que realmente forma parte de nosotros. Si la proyección no es muy intensa, nos puede ser beneficiosa, por ejemplo, nos sirve para entender a las otras personas. Sería la base de la empatía. Algo así como: puedo entender la tristeza de un amigo, porque yo también he estado triste alguna vez, e imaginando que mi amigo está sufriendo algo parecido a lo mío, lo entiendo mejor. Otro ejemplo clásico de proyección se da en los primeros estados del enamoramiento, dónde prácticamente sin conocer a la persona amada, vemos en ella una gran variedad de características personales, valores y emociones de las cuales nos enamoramos. Pero nos podríamos preguntar: ¿si no conozco demasiado a esa persona aún, como sé que posee estas características? La respuesta es que hemos visto en ella, o quizá lo hemos intensificado, aquello que necesitamos ver, aquello que para nosotros es bueno e importante. Este es un ejemplo de proyección de aspectos aceptables y positivos, que consideramos buenos.
¿Qué proyectamos en los demás?
Podemos proyectar cualquier aspecto de nosotros mismos. Es muy habitual proyectar emociones que nos resultan difíciles de sentir, necesidades propias que satisfacemos a través de los demás, o rasgos de nuestro carácter que no nos gustan y que sí los vemos e identificamos en los demás.
- Emociones no resueltas. Un ejemplo de proyección de emociones sería cuando vemos nuestra tristeza en otra persona. Imaginemos un padre o una madre que al dejar a su hijo en la escuela dice: ‘¡Qué triste se ha quedado nuestro hijo!’. Puede ser que se haya quedado triste, pero también podría ser que el niño estuviera tranquilo, alegre, y que ese padre o madre proyectara en él la tristeza que siente por dejarlo en la escuela.
- Necesidades no satisfechas. Otro ejemplo de proyección, esta vez de necesidades, lo podemos ver en la elección de pareja. Pensemos ahora que nos damos cuenta de que siempre elegimos parejas que se encuentran en una situación de fragilidad o vulnerabilidad, lo que nos coloca en la posición de cuidar y ayudar demasiado al otro, descuidando nuestras propias necesidades. Posiblemente, estemos proyectando nuestra pareja nuestros propios sentimientos de fragilidad y vulnerabilidad, nuestra necesidad de ser cuidados, lo que nos puede hace sentir por el contrario, fuertes y seguros. Pero ese sentimiento de fortaleza no es completamente real, ya que no nos permite expresar nuestra necesidad real de ser también cuidados.
- Rasgos de nuestra personalidad que rechazamos. También es muy habitual que proyectemos en los demás aspectos y rasgos de nuestro carácter que rechazamos. A menudo, criticamos y atacamos esos rasgos generando conflictos en la relación con la persona en la que los hemos proyectado. Esas situaciones son muy comunes en las relaciones sentimentales.” (“Psicoemocionat. Proyección: Cuando vemos en el otro lo que está en nosotros”).
“La proyección: distorsionar la realidad en beneficio propio.
Por ejemplo, si tu pareja es una persona insegura que teme al compromiso; lejos de asumir esa realidad, empieza a castigarte a ti, asegurándote que no le pones las cosas fáciles. Que siempre estás dándole muestras de desconfianza y de claro deseo de hacerle daño. El problema no está en ti, está en él/ella. Ahora bien, lejos de afrontar que tiene un problema de autoestima y autoconfianza, te castiga poniendo en evidencia cosas que no son verdad. Te dispara su rabia con afilados dardos, y proyecta sus emociones negativas en tu persona porque de ese modo consigue todas estas dimensiones:
- Ignorar el problema y atribuirlo a los demás.
- Liberarse de esa carga interna y dejarla en el exterior, en las personas que están a su alrededor.
- Generando culpa en los demás consigue una posición de poder. ‘Yo NO tengo el problema’, lo tienen los DEMÁS, el mundo es quien debe moverse mi alrededor, no yo.
- Al interpretar que son los demás quienes tienen el verdadero problema, logran distorsionar de tal modo su realidad que llegan a creerla. A creer su fantasía, su error, negando así sus verdaderas carencias.” (“La mente es maravillosa. Cargo sobre ti mi culpa – proyección psicológica”).
“¿Cómo podemos aceptar lo que proyectamos en los demás?
La proyección nos hace daño porque nos aísla de la realidad. Si la proyección es grande, nuestra percepción de la realidad queda muy distorsionada y nos impide afrontar nuestros conflictos vitales. Solo desde la aceptación de la realidad podemos afrontarla y cambiar esas cosas que nos están haciendo sufrir o que nos están bloqueando en nuestras vidas. El autoconocimiento nos ayuda a ser conscientes de lo que hemos proyectado, y por tanto, a dejar de hacerlo. Cuando dejamos de proyectar nos hacemos cargo de lo que sentimos, de lo que necesitamos, de aquello que nos gusta y de lo que no nos gusta de nosotros mismos. Esto puede ser a veces más o menos doloroso, pero mejora nuestras relaciones personales, pues las aceptamos tal y como son y podemos ser más sinceros con nosotros mismos y con los demás. Es entonces cuando tenemos la oportunidad de vivir más libremente y en sintonía con lo queremos realmente.” (“Psicoemocionat. Proyección: Cuando vemos en el otro lo que está en nosotros”).
“¿Cómo vencer la proyección psicológica?
La proyección psicológica es un tema muy complejo que se presenta con mucha frecuencia, esto ocurre en algunos casos, como, por ejemplo, en aquellas personas que padecen maltratos psicológicos y físicos, y siguen viendo a su maltratador como una persona positiva. Esto se origina porque, de esta manera, se auto protegen de una cruda realidad. Cuando una persona proyecta tales ideas, inevitablemente ha caído en una distorsión de la realidad, cuya situación le impide reaccionar y defenderse.
¿Qué se puede hacer ante tal situación?
- En principio, es relevante entender que, lo que se proyecta en los demás, constituye un mecanismo de defensa, el cual lo usamos como un salvavidas porque nos negamos a admitir la realidad.
- Es necesario asumir que, proyectar la rabia y la culpa entre las personas que nos circundan, solo va a generar emociones negativas en ellas, ya que se formará un círculo vicioso, donde esa creencia de posesión del poder, a la larga, nos acarreará una dura caída.
- En el caso de que seas tú, quien lamentablemente sufre esa proyección ocasionada por otra persona, es importante que le hagas ver sanamente cómo te sientes. Trata de concientizarlo de que ese comportamiento no le ayudará en nada, ya que solo logra hacerte sentir mal, vejado y herido.
- También es importante reconocer que, para el momento en que esa persona acepte que su proyección psicológica intenta esconder una carencia personal, esto hará que pierda ese control de poder. Si llega a admitir esa problemática, esto le acarreará una caída interna en la cual requerirá ayuda y protección, además de apoyo psicológico para reconstruirse y reinventarse. Para ello, requiere afrontar su realidad y superar su carencia.
Esta actitud no es fácil de asumir porque, en ocasiones, lo hacemos sin pensar en el otro, ya que creemos que, resaltando ese defecto, logramos cubrirnos. A veces, no pensamos ni razonamos sobre el daño que podemos causar, porque nos cuesta aceptar que todos los seres humanos poseen virtudes y defectos, donde además, todos tenemos carencias. Lo recomendable en este caso, es aprender a actuar frecuentemente con objetividad y humildad, reconociendo que somos seres perfectibles y que compartimos en un complejo mundo, siempre intentando ser felices.” (“Mi Psicólogo Madrid. Qué es la Proyección en psicología”).
Es un tanto difícil el reconocer los propios errores, carencias, frustraciones y debilidades, es mucho más sencillo achacárselos a los demás. Necesitamos ser honestos con nosotros mismos, para poder reconocernos y aceptarnos como somos, porque solamente así, tendremos la oportunidad de cambiar y de ser mejores seres humanos. Cuando una persona te empiece hablar criticando a otra, escúchala con mucha atención, porque te estará hablando de sí misma y no de la persona a la que está juzgando. Así lo expresó con total claridad Immanuel Kant, el gran filósofo prusiano de la “Ilustración”: “No vemos a los demás como son, sino como somos nosotros”.
Eduardo Flores Zazueta
Un comentario en "Lo que negamos en nosotros, lo proyectamos en los demás"
Hola Eduardo, buenisimo toda tu Investigacion de la proyeccion del Uno en el Otro, leeo que citas a Carlos Gusravo Jung, por su vinculo con Segismundo Freud, que tanto se puede influir la estructura que proouso Freud a cerca del Ego, el Ello y el Super Yo, en funcion a las diferentes erapas del psicidesarrollo de la persona, para que la proyeccion cambie en la temporalidsd de vida personal, Gracias pof tu tiempo