¿Vives en tu Zona de Confort?

¿Vives en tu Zona de Confort?

“El concepto de ‘zona de confort’, hace referencia a un estado psicológico en el que una persona se siente segura. Conoce esas coordenadas espacio-temporales y las controla. En él no experimenta ansiedad ni miedo, pues no asume riesgos, pero tampoco crece. De alguna manera, este concepto deriva en un patrón de comportamiento que seguimos para mantener un nivel de ansiedad neutral, que permite tener un rendimiento constante. La persona que se encuentra en su zona de confort, recurre a un repertorio limitado de conductas, creencias y afectos que le permiten mantener un nivel de desempeño estable y aceptable en los distintos aspectos de su vida, sin asumir riesgos que puedan generarle ansiedad, incertidumbre o miedo.

El Origen del Concepto.

Aunque se trata de un término que está de actualidad en el ámbito del desarrollo personal, la psicología y el coaching, el origen del concepto se remonta a un experimento clásico en psicología que llevaron a cabo a comienzos del siglo XX, por Robert M. Yerkes y John D. Dodson. En el estudio descubrieron que un estado de comodidad relativa da lugar a un nivel constante de rendimiento. Para mejorar ese rendimiento señalaron, además, que era necesario generar un cierto grado de ansiedad o de estrés. A ese espacio lo denominaron ‘ansiedad óptima’ y lo ubicaron justamente fuera de las fronteras de la zona de confort. […]

Muchas de las teorías en torno a este concepto coinciden en representar la zona de confort dentro de un esquema en forma de círculos concéntricos. El círculo interior sería la zona de confort, el siguiente sería la zona de riesgo o disconformidad. Y un tercer círculo, sería la zona de crecimiento en la que se corren riesgos pero se obtiene como contrapartida el crecimiento personal. Finalmente, se suele añadir un cuarto círculo concéntrico en el que se entraría en una zona de estrés negativo o zona de peligro.” (“ABC. Bienestar. Psicología y sexo. Zona de confort”).

“Gestión del aprendizaje.

White (2009) se refiere a la ‘zona de rendimiento óptimo’ o zona de aprendizaje, en la que el rendimiento puede mejorarse con cierta cantidad de estrés. Yerkes (1907) quien informó: ‘La ansiedad mejora el rendimiento hasta que se alcanza un cierto nivel óptimo de excitación. Más allá de ese punto, el rendimiento se deteriora a medida que se alcanzan niveles más altos de ansiedad.’ La ansiedad o el estrés en general pueden tener un efecto adverso en la toma de decisiones: se prueban menos alternativas, se recurre a la misma serie de comportamientos y se utilizan estrategias más familiares, incluso si ya no son útiles. Más allá de la zona de aprendizaje, se encuentra la zona de pánico (o zona de peligro) en la que el rendimiento disminuye rápidamente bajo la influencia de una ansiedad mayor y no se produce ningún aprendizaje. El individuo tiene la sensación de estar frente a un reto excesivo e inabordable y puede entrar en un estado de bloqueo.” (“Wikipedia. Zona de confort”).

“¿Por qué la zona de confort es tan desventajosa?

La zona de confort impedirá superarte a ti mismo/a. Existen 5 desventajas de permanecer en este estado mental y de comportamiento:

  1. Pérdida de confianza. Quizás puedas sentirte cómodo/a durante algún tiempo en la zona de confort, pero llegará un momento en el que será evidente tu falta de progreso y, en consecuencia, podrías empezar a dudar de tus talentos, competencias laborales, habilidades comunicativas y otras aptitudes. También, ver cómo otras personas de tu alrededor avanzan y se superan mientras tú siempre estás en el mismo lugar, hará que de a poco pierdas confianza en ti mismo/a. La pérdida de confianza puede ser el inicio de una estrepitosa caída de tu rendimiento en diferentes áreas e, incluso, de problemas como la depresión.
  2. Limita el desarrollo. La zona de confort siempre te incentivará a quedarte dentro de ella, lo que a su vez significa que evitará que avances y progreses. No esforzarte por ‘escapar’ de ese lugar, podría limitar el desarrollo de tu carrera profesional o emprendimiento, a pesar de tus conocimientos, talentos y otras virtudes.
  3. Distrae la atención. Otra gran desventaja de la zona de confort, es que orienta tu atención hacia cosas que están alejadas de tus objetivos y sueños. Y es que, al entrar en este estado de inconformidad, rechazarás de manera consciente o inconsciente los riesgos y desafíos que pueden llevarte hacia las metas que siempre has tenido, y que te brindarán una verdadera sensación de satisfacción y autorrealización.
  4. Impide que asumas responsabilidades y riesgos. Tu negocio o entorno laboral, siempre te planteará nuevas responsabilidades y riesgos, que pueden ser un vehículo hacia una posición privilegiada y el crecimiento constante. Lamentablemente, la zona de confort evitará que asumas estos retos personales o profesionales y, por lo tanto, te llevará a mantenerte estático/a o, incluso, a involucionar.
  5. Desperdicio de tiempo y oportunidades. El dinero, los cargos laborales y muchas otras cosas se pueden recuperar, pero el tiempo no. Precisamente, la zona de confort te hará perder una época de tu vida o, al menos, las oportunidades que se presentarán durante ella.

¿Qué aptitudes debes desarrollar para salir de la zona de confort?

Para salir de ella, simplemente enfócate en desarrollar estas aptitudes:

  • Creatividad. Esta aptitud es elemental, ya que es la que te permitirá imaginar, pensar y visualizar qué debes hacer para darle un giro positivo a tu vida. La creatividad es sinónimo de emprendimiento, proactividad, innovación e, incluso, de tomar ciertos riesgos, lo que se apone de manera directa a la permanencia en la zona de confort.
  • Curiosidad intelectual. El interesarte por nuevos temas, disciplinas y campos de conocimiento, puede ser el motor que te impulse a salir de la zona de confort. De hecho, este estado mental está asociado con apatía, conformismo y desinterés general. Si de a poco te adentras en algún tema y te apasionas por éste, te sentirás motivado/a a arriesgarte y esforzarte por relacionarte con esa área o innovar.
  • Habilidades sociales. Socializar con nuevas personas, ser receptivo e interactuar de forma constante es otra manera de inquietar tu yo interior y llevarlo a buscar nuevos horizontes, metas y objetivos.” (“Rockcontent ¿Qué es la zona de confort y por qué le hace daño a los profesionales?”).

Va de cuento: “La Vaca.

Un maestro samurái paseaba por un bosque con su fiel discípulo, cuando vio a lo lejos un sitio de apariencia pobre, y decidió hacer una breve visita al lugar. Durante la caminata le comentó al aprendiz sobre la importancia de realizar visitas, conocer personas y las oportunidades de aprendizaje que obtenemos de estas experiencias. Llegando al lugar constató la pobreza del sitio: los habitantes, una pareja y tres hijos, vestidos con ropas sucias, rasgadas y sin calzado; la casa, poco más que un cobertizo de madera. Se aproximó al señor, aparentemente el padre de familia y le preguntó: ‘En este lugar donde no existen posibilidades de trabajo, ni puntos de comercio tampoco, ¿cómo hacen para sobrevivir?’ El señor respondió: ‘amigo mío, nosotros tenemos una vaca que da varios litros de leche todos los días. Una parte del producto lo vendemos o lo cambiamos por otros alimentos en la ciudad vecina y con la otra parte producimos queso y cuajada, para nuestro consumo. Así es como vamos sobreviviendo’.

El sabio agradeció la información, contempló el lugar por un momento, se despidió y se fue. A mitad de camino, se volvió hacia su discípulo y le ordenó: ‘Busca la vaca, llévala al precipicio que hay allá enfrente y empújala por el barranco’. El joven, espantado, miró al maestro y le respondió que la vaca era el único medio de subsistencia de aquella familia. El maestro permaneció en silencio y el discípulo cabizbajo fue a cumplir la orden. Empujó la vaca por el precipicio y la vio morir. Aquella escena quedó grabada en la memoria de aquel joven durante muchos años.

Un bello día, el joven agobiado por la culpa, decidió abandonar todo lo que había aprendido y regresar a aquel lugar. Quería confesar a la familia lo que había sucedido, pedirles perdón y ayudarlos. Así lo hizo. A medida que se aproximaba al lugar, veía todo muy bonito, árboles floridos, una bonita casa con un coche en la puerta y algunos niños jugando en el jardín. El joven se sintió triste y desesperado imaginando que aquella humilde familia hubiese tenido que vender el terreno para sobrevivir. Aceleró el paso y fue recibido por un hombre muy simpático. El joven preguntó por la familia que vivía allí hacia unos cuatro años. El señor le respondió que seguían viviendo allí. Espantado, el joven entró corriendo en la casa y confirmó que era la misma familia que visitó hacia algunos años con el maestro. Elogió el lugar y le preguntó al señor (al dueño de la vaca): ‘¿Cómo hizo para mejorar este lugar y cambiar de vida?’ El señor entusiasmado le respondió: ‘Nosotros teníamos una vaca que cayó por el precipicio y murió. De ahí en adelante nos vimos en la necesidad de hacer otras cosas y desarrollar otras habilidades que no sabíamos que teníamos. Así alcanzamos el éxito que puedes ver ahora’.” (“Psicología Estratégica. La Vaca”).

“Signos que Indican que debes salir de esa Zona.

  • Temes asumir riesgos y dejas pasar oportunidades, argumentando que puedes perder más de lo que ganas.
  • Sientes una apatía que evita que crezcas intelectual y emocionalmente.
  • No te motivan ni los planes, ni los proyectos ni probar cosas nuevas.
  • Es habitual en tu día a día la procrastinación, es decir, aplazas las tareas de forma indefinida y sin motivo aparente.
  • Pospones aquello que ‘te gustaría hacer’ y cambias el ‘hoy’ por la expresión, ‘algún día’.

Ventajas de salir de la Zona de Confort.

  • Aumenta la confianza en uno mismo.
  • Hace crecer la motivación y la creatividad.
  • Mejora el rendimiento.
  • Te prepara frente a las dificultades.
  • Permite desarrollar las capacidades cognitivas y ponerse a prueba.” (“ABC. Bienestar. Psicología y sexo. Zona de confort”).

La seguridad es tan solo una idea, una ilusión que nos formamos para sentirnos cómodos y tranquilos. Los cambios forman parte de la vida. Acaso, ¿no hemos cambiado físicamente?, ¿nuestros gustos no han mudado?, ¿pensamos igual que en nuestra juventud? Entonces, ¿qué nos mueve a pensar que todo debe de permanecer igual? ¿Asumes voluntariamente el riesgo o esperas a que las circunstancias te obliguen a cambiar? ¿Vives la vida o la ves pasar? Como lo expresó el gran pintor neerlandés Vincent Van Gogh: “¿Qué sería de la vida, si no tuviéramos el valor de intentar algo nuevo?”

Eduardo Flores Zazueta

Un comentario en "¿Vives en tu Zona de Confort?"

  1. Muy interesante y me hace recordar épocas de mi vida. De joven salí muchas veces de mi zona de confort y, quizá la fuerza de la juventud hizo que valiese la pena el riesgo asumido y que los resultados fuesen magníficos. Ahora, con 71 años, siento y creo que hice lo correcto.

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