“El Pranava OM, es una sílaba compuesta de las letras A, U y M, de las cuales las dos primeras se combinan para formar la vocal compuesta O. Es la sílaba mística, emblema de la Divinidad suprema, o sea la Trinidad en la Unidad, puesto que representa al Ser supremo (Brahman) en su triple condición de Creador (Brahmâ, A), Conservador (Vishnu, U) y Destructor, o mejor dicho, Renovador (Shiva, M). OM es el Misterio de los misterios, fuente de todo poder y verdadera esencia de toda enseñanza. Es también la esencia de los Vedas; es la expresión laudatoria o glorificadora con que se encabezan todos los libros sagrados y místicos. Dicha palabra la pronuncian los yoguis y los místicos en general durante la meditación.” (Pág. 614. “Glosario Teosófico”. Helena Petrovna Blavatsky).

Descripción del Símbolo AUM (OM).

Dentro de la filosofía hindú del Advaita Vedanta, el AUM (OM) corresponde a la conciencia pura (Brahman el Absoluto), cuyos sonidos del mantra a su vez representan los siguientes estados de la conciencia: la A, representa el estado de vigilia; la U, el estado del sueño; la M, el estado del sueño profundo. El silencio posterior a la pronunciación, representa a la conciencia pura libre de pensamientos.

El símbolo AUM (OM), está formado por tres curvas, un semicírculo y un punto y cada uno de estos aspectos tienen un significado: la gran curva inferior simboliza el estado de vigilia (Jagrati); la curva media, el estado de sueño (Swapna), la curva superior, el estado de sueño profundo (Sushupti); la medialuna creciente, es la representación de Maya, el velo de la ilusión, y el punto es el Estado Trascendental o Supraconsciencia (Turiya).

El AUM es el origen de la creación; es la fuente, el sostén y la fuerza. Es el aliento vital en cada Ser; así el AUM está en la raíz de todos los sonidos, en todos los mundos. De este modo, se puede comprender que cuando se originaron los elementos y se inició la creación, se produjo el sonido AUM. Ese sonido es el primigenio y fundamental Uno. “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.” (Juan 1:1-3).

El AUM de los Vedas, se transformó en la palabra sagrada Amín de los musulmanes; en el Hum de los Tibetanos y el Amén de los egipcios, griegos, romanos, judíos y cristianos. “He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios.” (Apocalipsis 3:14).

El AUM (OM) en los Textos Sagrados de la India.

En el “Mandyuka Upanishad”: “Todo este mundo es la sílaba Om. Su explicación es esta: el pasado, el presente, el futuro, todo eso no es sino Om. Además, todo aquello que trasciende las tres divisiones del tiempo, también es solamente Om.” (Op. cit. Sloka 1).

En el “Brihad Aranyaka Upanishad”: “HARI AUM SRI AUM SRI SRI AUM, / SRI AUM JAI AUM JAI JAI AUM”. Que significa: “Saludo al AUM, que es el Principio / Primordial de todo lo que existe. / Gloria al AUM; a Vishnu, divinidad / que sostiene el Universo. / ¡Gloria!, ¡Gloria!, ¡Gloria!”

En los “Yoga Sutras”, de Patanjali: “OM, es la palabra que denota a Dios. La palabra OM debe ser recitada repetidamente, mientras se piensa en su significado. Con esta práctica la Conciencia se repliega hacia adentro y los obstáculos en la meditación son superados. Los obstáculos son: la enfermedad, la estupidez, la duda, la postergación, la pereza, el deseo, la percepción errónea, la incapacidad de mejorar y la inestabilidad. Los síntomas que acompañan a la distracción mental son: el dolor, la depresión, el temblor del cuerpo y la respiración arrítmica. Para removerlos (a los obstáculos y síntomas que los acompañan), se debe practicar la concentración en un solo principio. La mente se purifica y torna pacífica, cuando en relación con la felicidad, la miseria, la virtud y el vicio; se cultivan las actitudes de amistad, compasión, agradecimiento e indiferencia, respectivamente. (“Capítulo I. Samadhi Pada”. Slokas. 27-33).

El AUM (OM) como Mantra.

La palabra mantra, proviene del sanscrito, man, mente; tra, control, o salvación. El mantra está integrado por una o varias palabras, que se repiten constantemente. Independientemente de su significado literal, el sonido es lo que cuenta. Por esto, se le considera como toda una ciencia del sonido sagrado. Una de las ramas de la Filosofía Yoga, se denomina Mantra Yoga y es el Yoga de la vibración del sonido; estudia los sonidos sagrados y el poder trascender a través de ellos. El mantra es una fórmula espiritual.

De acuerdo con la tradición hindú, el poder de la práctica del ritual de la repetición sincera y sistemática, hecha con devoción, puede traer los siguientes resultados:

1. Elimina todos los obstáculos de la vida espiritual, como la enfermedad física y mental; pereza, duda, sed de placeres sensoriales, pesar, etc. El control de los sentidos y las pasiones sobreviene naturalmente.
2. Despierta las impresiones espirituales latentes por el poder de la asociación con el mantra.
3. Purifica la mente.
4. Aumenta el poder de concentración.
5. Desarrolla la comprensión espiritual interior.
6. Intensifica la devoción por Dios.
7. Acrecienta el anhelo por la visión de Dios.
8. Conduce a la realización espiritual.

A lo largo del tiempo han existido idiomas sagrados, tales como el griego, latín, sánscrito, arameo, hebreo, el náhuatl, el aimara, el quechua, etc., y en todas las culturas antiguas han existido palabras sagradas, formadas en esos mismos lenguajes, y que por su vibración ejercen un gran poder. Para los griegos, la palabra sagrada era AIÓN, lo Eterno. Para los pitagóricos, era el sonido primordial y un mantra, equivalente al AUM de los hindúes: “Por ello, su debida pronunciación, al sintonizarla en los momentos de empalme con el rayo oculto benéfico de las fuerzas planetarias, conducía a un estado de liberación”. (Pág. 76. “Los Versos Áureos de Pitágoras. Los Símbolos y el Hieros Logos. La Palabra Sagrada”. Josefina Maynadé). El nombre sagrado de México, es Meshico, y es al mismo tiempo un poderoso mantra.

Eduardo Flores Zazueta