La Unidad se exterioriza como diversidad
“La unidad de designio en el Gran Todo, infinitamente variado, anuncia un solo principio. Este principio debe obrar sobre todo Ser o ya no es universal. Si obra sobre un ser, obra sobre todos los mundos. Por lo tanto, una sola idea será el inmediato efecto de una Causa Universal, siempre presente. En consecuencia, la materia del Universo pertenece a Dios tanto como las ideas, y las ideas tanto como la materia. Decir que alguna cosa está fuera de Él sería decir que hay algo fuera del Gran Todo. ‘Dios es el principio universal de todas las cosas, y todas existen en Él y por Él…’ La cita de Voltaire resume bien la unidad de la Naturaleza. Todo cumple su evolución según la ley fundamental, según la unidad que armoniza todos los modos bastante complejos de la materia universal.” (Págs. 86-87. “Los Grandes Mensajes. Primer Mensaje. La Venida del Gran Instructor del Mundo”. Maestre Serge RaYNaud de la FerRIère).
El Principio Único subyace en todo lo manifestado.
“Dios es Todo y Todo es Dios. En el fondo nada está separado de nada. Dios es una forma Infinita de energía que se manifiesta y se desarrolla en planos multidimensionales en todos los aspectos. Dios es todo lo que te rodea. Cada pensamiento que tengas, cada emoción que percibas y cada acción que hagas, es Dios. Todo es divino. Todo existe porque existe esta energía de origen divina. No existe nada que no sea Dios.” (“Maestría con los Círculos de Trigo. Entrenamiento 27”).
Así lo afirman, la mayoría de las corrientes religiosas, filosóficas, espirituales del pasado y la ciencia actual:
- Para el Hinduismo. “Él mora en el corazón de todos los hombres.” (“Bhagavad Gita”. Cap. 13. Sloka 17).
- En la Filosofía Vedanta Advaita (No Dual). “Tat Twam Asi”, del sánscrito, “Tu Eres Eso” (Chandogya Upanishad).
- En los Upanishad. “Om purnamadah purnamidam / purnat purna mudachyaté / purnasya purna madayá / purna meva va shishya té / Om shanti shanti shanti”, cuyo significado es: “Aquello es Completo. / Esto es Completo; de lo Completo sale lo Completo. / Aun después de tomar lo Completo, / Es Completo lo que queda. / Om, paz, paz, paz.” (Isha Upanishad).
- En otro Upanishad. “Único, Él preside todos los nacimientos y todas las naturalezas; Él mismo es la matriz de todo” (Shwetashwatara Upanishad).
- Para el Taoísmo. “Dice Chuang Tzu: ‘Este’ es también ‘aquél’. ‘Aquél’, es también ‘éste’… Que ‘aquél’ y ‘éste’ dejen de ser opuestos constituye la esencia misma del Tao.” (Pág. 47. “El Tao de la Física”, por Fritjof Capra).
- Para la Filosofía Yoga. “Yoga es Unidad en la diversidad.” (Swami Pranavananda Saraswati).
- En el Budismo. “El tema central del Sutra Avatamsaka es la unidad e interrelación existente entre todas las cosas y sucesos…” (Pág. 41. “El Tao de la Física”, por Fritjof Capra; con referencia a “The Essence of Buddhism”, por D. T. Suzuki).
- En el Judaísmo. “Todo es Dios la Corriente Radical del Judaísmo No Dual”, por Michaelson Jay.
- En el Cristianismo. “Jesús les respondió: ¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije, dioses sois?” (Juan 10:34). Jesús el Cristo se refirió a Salmos. “Yo dije: Vosotros sois dioses, Y todos vosotros hijos del Altísimo.” (A.T. Salmos 82:6).
- Los Filósofos Monistas. Pitágoras, Heráclito (“…habiendo escuchado al Logos, es sabio decir junto a Él que todo es Uno”), Tales de Mileto, Parménides, Anaximandro y Anaxímenes.
- En los Neoplatónicos. Amonio Saccas, Plotino, Numenio de Apamea, Porfirio, Jámblico y Proclo.
- En el Kybalión. “Bajo y tras del universo de tiempo, espacio y cambio, ha de encontrarse siempre la realidad sustancial, la verdad fundamental.”
- Los Mayas al saludar. “In lak’ech”, dicen, “Yo soy otro Tú” y le responden, “Hala Ken”, expresan, “Tú eres otro Yo”.
- Para los Mexicas. “Tlacatlé, tloquee nahuaquee, Ipalnemoani”, “Señor, Dueño del cerca y del junto, Dador de la vida” (Principio Supremo).
- Para la Filosofía Occidental. Leibnitz, Spinoza, Hegel y Hume.
- Para la Física Cuántica. “De este modo, la teoría cuántica ha revelado la unidad básica del universo.” (Pág. 29. “El Tao de la Física”, por Fritjof Capra).
Sí es posible percibir la Unidad en la diversidad.
“Las antiguas Escrituras Védicas declaran que el mundo físico opera bajo la ley fundamental de ‘maya’, el principio de relatividad y dualidad. Dios, la Única Vida, es una Absoluta Unidad. Él no puede aparecer como las diversas y separadas manifestaciones de una creación excepto bajo un falso o irreal velo. Esa ilusión cósmica es ‘maya’. Cada gran descubrimiento científico de los tiempos modernos ha servido de confirmación a esta sencilla aseveración de los Rishis [Sabios]. […] Elevarse sobre la dualidad de la creación y percibir la unidad del Creador, fue considerado como la meta más elevada del hombre. Aquellos que se aferran a la ilusión cósmica deben aceptar su ley esencial de polaridad, flujo y refluyo, elevación y caída, día y noche, placer y dolor, bien y mal, nacimiento y muerte. […] La ilusión del mundo ‘maya’, individualmente se llama ‘avidya’, que literalmente significa ‘no-conocimiento’, ignorancia, ilusión. ‘Maya’ o avidya no puede ser destruido por medio de la convicción intelectual o por medio del análisis, sino únicamente mediante el estado interno de Nirvikalpa Samadhi [la fusión en el infinito, el Absoluto]… A través del ojo divino en la frente (el este), el yogui lanza su conciencia en la omnipresencia, oyendo la Palabra o AUM, sonido divino de muchas aguas o vibraciones, que es la única realidad de la creación.” (Págs. 179 y 180 “Autobiografía de un Yogui”. Paramahansa Yogananda).
Enlazo las palabras del gran Yogui Paramahansa Yogananda, con lo expresado por Satprem, discípulo de Sri Aurobindo Ghosh: “Este nuevo modo de conocimiento no es por cierto diferente del nuestro; en realidad, secretamente toda experiencia, todo conocimiento, de cualquier orden que sea, desde el más bajo nivel material hasta las grandes alturas metafísicas, es un conocimiento por identidad: conocemos porque somos lo que conocemos. ‘El verdadero conocimiento -dice Sri Aurobindo- no se alcanza por medio del pensamiento. Es lo que vosotros sois, lo que vosotros llegáis a ser’. Sin esta secreta identidad, sin esta total unidad subyacente, nada podríamos conocer del mundo ni de los seres… lo natural no es la separación, ni lo distinto, sino la unidad indivisible de todas las cosas”. (Pág. 93. “Sri Aurobindo o la Aventura de la Consciencia”).
El Arqueómetro revela la Unidad de todo el Conocimiento Antiguo.
“El Arqueómetro es el instrumento que usaron los antiguos para la constitución de todos los Mitos Esotéricos de las religiones. Es el Canon del arte antiguo en sus diversas manifestaciones arquitectónicas, musicales, poéticas, teogónicas. Es el Cielo que habla: cada estrella, cada constelación viene a ser una letra, una frase o un nombre divino que da nueva luz a las antiguas tradiciones de todos los pueblos. Es la traducción material del VERBO en forma, color, gusto y sonido. Esta figura sintética dividida en zonas concéntricas encierra la correspondencia de los nombres, letras, planetas y alfabetos. Es la unidad métrica destinada a reformar la sonometría y sirve de regla para las proporciones estéticas de todas las construcciones gráficas.” (Pág. 253. Los Grandes Mensajes. Tercer Mensaje. Los Misterios Revelados”. Maestre Serge RaYNaud de la FerRIère).
Joseph Campbell demuestra esa Unidad, en su estudio comparativo de las Mitologías del Mundo.
“Las máscaras de Dios (en inglés The Masks of God), es una obra en cuatro volúmenes escrita entre 1959 y 1968 por el mitólogo, escritor y profesor estadounidense Joseph Campbell incluida en su Obra completa. El título alude a la consideración del autor de que las religiones y mitologías son metáforas de Dios. La obra es un estudio comparativo de las mitologías del mundo desde el que se confirma la idea central expresada por Campbell de la unidad de la raza humana en su historia biológica y espiritual. ‘El estudio comparativo de las mitologías del mundo nos hace ver la historia cultural de la humanidad como una unidad, pues encontramos que temas tales como el robo del fuego, el diluvio, el mundo de los muertos, el nacimiento de la madre virgen y el héroe resucitado se encuentran en todas las partes del mundo, apareciendo por doquier en nuevas combinaciones, mientras permanecen, como los elementos de un calidoscopio, sólo unos pocos y siempre los mismos. Aún no se ha encontrado una sociedad humana en la que tales motivos mitológicos no se hayan puesto en práctica en las liturgias, no hayan sido interpretados por profetas, poetas, teólogos o filósofos, presentados en el arte, magnificados en la canción y experimentados por medio del éxtasis en visiones enaltecedoras de la vida.’ ‘Las máscaras de Dios. Mitología primitiva’.” (“Wikipedia. Las máscaras de Dios”).
Los diferentes tipos de escrituras.
Respecto a los diferentes tipos de escrituras, el Maestre Serge RaYNaud de la FerRIère, explica lo siguiente: “En esta ilustración hemos querido expresar desde el principio las escrituras que han caracterizado las grandes civilizaciones; primero, elevando su oración al Cielo, el Ser Humano de los continentes desaparecidos escribía de abajo hacia arriba y de estas expresiones gráficas de las primeras Razas Negras hallamos aún ciertos vestigios de alguna manera derivados de esta escritura que se la denomina Bustrófedon (del griego, bous, buey y strophein, voltear, tornar, mover atrás); por el lado opuesto vemos la escritura de arriba hacia abajo según el tipo chino; después de esta orientación en el sentido vertical tenemos en sentido horizontal la escritura semítica de derecha a izquierda, y finalmente el estilo que nos es habitual de izquierda a derecha.” (Págs. 341-342. “Los Grandes Mensajes. Tercer Mensaje. Los Misterios Revelados”). Más allá de sus manifestaciones en lo espacio-temporal, las diversas escrituras vistas en su conjunto, convergen hacia un mismo centro que simboliza la Unidad.
*Lemuriana. Relativo a Lemuria. “Este vastísimo continente comprendía el sur del África, Madagascar, Ceilán, Sumatra, Océano Indico, Australia, Nueva Zelanda, extendiéndose hasta gran parte del sur del Océano Pacífico.” (Pág. 437. “Glosario Teosófico”. H. P. Blavatsky).
“El bustrófedon simboliza a la raza negra (Era de Taurus); la escritura opuesta pertenece a la raza china y mongólica (Era de Scorpius); la raza semita corresponde a la Era de Leo y la occidental a la Era del Aquarius (SABER-QUERER-OSAR-CALLAR, axioma relacionado con los cuatro elementos, las cuatro grandes razas, los cuatro signos fijos del Zodíaco, etc.).” (Pág. 460. “Los Grandes Mensajes. Quinto Mensaje. Misticismo en el Siglo XX”. Maestre Serge RaYNaud de la FerRIère).
La diversidad es lo aparente: lo real es la Unidad. Todo es Uno y así nos lo hace saber la famosa “Tabla de Esmeralda”.
“La Tabla de Esmeralda, Tabla Esmeralda, Tabla Esmeraldina o Tabula Smaragdina, es un texto hermético breve, de carácter críptico, atribuido al mítico Hermes Trismegisto, cuyo propósito es revelar el secreto de la sustancia primordial y sus transmutaciones.
Preceptos de Hermes Trismegisto: I. Lo que digo no es ficticio, sino digno de crédito y cierto. II. Lo que está más abajo es como lo que está arriba, y lo que está arriba es como lo que está abajo. Actúan para cumplir los prodigios del Uno. III. Como todas las cosas fueron creadas por la Palabra del Ser, así todas las cosas fueron creadas a imagen del Uno…
La Tabla de Esmeralda ve reflejada su esencia en el fundamento ontológico último de la filosofía, en la finalidad del Ser. Apercibido el ser humano de su carencia y limitación vitales, se provee de un acercamiento perpetuo a la posibilidad de lo trascendente, lo eterno. Eternidad en la búsqueda de lo absoluto, aquella respuesta que satisfaga lo limitante y abrace al Universo. Saciedad de la inconformidad terrenal a través del encuentro con la esencia del Uno, del Todo, para poder ingresar en él, para formar parte de él. En definitiva, llegar a Ser la Totalidad que ya se Es.” (“Wikipedia. Tabla de Esmeralda”).
Eduardo Flores Zazueta
2 comentarios en "La Unidad se exterioriza como diversidad"
Qué regalo tan preciado este artículo maestro, lo recibo con amor. Gracias, gracias, gracias.
Muchas gracias María Elena.