¿Qué significa hacer Viajes Astrales?
Los viajes astrales, también conocidos como experiencia fuera del cuerpo (EFC), son una sensación de desconexión con el cuerpo físico, que se describe como la capacidad de entrar en otra dimensión y explorar un mundo espiritual. “La experiencia extracorporal, es la sensación de estar flotando en el aire proyectado fuera del cuerpo. En algunos casos, los creyentes o partidarios de este fenómeno indican que la persona puede experimentar la autoscopia (posibilidad de ver su propio cuerpo desde el punto de vista de un observador externo), o incluso el poder proyectarse en otros lugares. Esta misma sensación se denomina proyección astral, viaje astral, desdoblamiento astral o proyección de la conciencia cuando se trata de un tipo de experiencia subjetiva (consciente o inconsciente), por la cual muchas personas dicen haber experimentado el fenómeno de una separación, ‘desdoblamiento’ de lo que llaman el cuerpo astral (o cuerpo sutil), del cuerpo físico, entre otros. (“Wikipedia. Experiencia extracorporal”).
¿Qué es el Cuerpo Astral?
“El cuerpo astral del hombre es un vehículo que, a la visión clarividente, no aparece muy diferente del físico; está rodeado de un aura de colores centelleantes y compuesto de materia mucho más fina y sutil que la física; es el vehículo por medio del cual el hombre expresa sus sentimientos, pasiones, deseos y emociones; además sirve como puente y medio de transmisión entre el cerebro físico y la mente, la cual actúa en un vehículo de orden superior, llamado cuerpo mental. No obstante que todo ser humano posee y utiliza un cuerpo astral, muy pocos son conscientes de la existencia del mismo, y muchos menos son capaces de regularlo y actuar en él a plena conciencia. En la inmensa mayoría de las personas es apenas algo más que una masa amorfa de materia astral, los movimientos y actividades de la cual no están todavía bajo el dominio del hombre real, o sea, el Ego. En algunos, sin embargo, el cuerpo astral es un vehículo bien desarrollado y completamente organizado, que posee vida propia y que confiere a su poseedor muchos y útiles poderes.
Durante el sueño del cuerpo físico, el hombre falto de desarrollo vive una existencia vaga y soñolienta en su cuerpo astral relativamente primitivo, y al despertar su cuerpo físico recuerda muy poco o nada de su vida durante el sueño. En cambio, la vida del hombre desarrollado en el cuerpo astral, mientras el físico duerme, es activa, interesante y útil, el recuerdo de la cual se puede, bajo ciertas condiciones, traer a la memoria del cerebro físico. La vida de una persona así deja de ser una serie de días de conciencia despierta y noches de olvido, para convertirse en vida permanente de conciencia sin solución de continuidad, que alterna entre el plano o mundo físico y el astral. Una de las primeras cosas que aprende el hombre al actuar en el cuerpo astral es ir de un lado a otro; pues tal cuerpo posee gran movilidad y puede trasladarse a grandes distancias del cuerpo físico sumido en sueño. La comprensión de este fenómeno arroja mucha luz sobre un gran número de fenómenos de los llamados ‘ocultos’, tales como ‘apariciones’ de diversas clases, conocimiento de lugares nunca visitados físicamente, etc.
Como el cuerpo astral es el vehículo de los sentimientos y emociones propiamente, el entendimiento de la composición del mismo y de cómo actúa es de gran valor para comprender muchos aspectos de la psicología humana, tanto individual como colectiva; proporciona, además, una explicación sencilla del mecanismo de muchos fenómenos revelados por el psicoanálisis moderno. La clara comprensión de la estructura y naturaleza del cuerpo astral y las posibilidades y limitaciones del mismo es esencial para comprender la vida a la que pasan los seres humanos al morir físicamente. Quienes tengan interés en la llamada cuarta dimensión, encontrarán la confirmación de muchas de las teorías formuladas a base de las matemáticas y de la geometría, en el estudio de los fenómenos del mundo astral, tal como los describen quienes los han observado.” (Págs. 3-4. “El Cuerpo Astral. Y otros Fenómenos Astrales”. Arthur E. Powell).
Características de los Viajes Astrales:
- La conciencia deja temporalmente el cuerpo físico y utiliza el astral de forma independiente.
- Se deja intactos el cuerpo físico y se permite que el cuerpo etérico flote.
- Se experimenta la sensación de estar flotando fuera del propio cuerpo.
Estamos conformados por Cuerpo, Alma y Espíritu.
Cuando nos referimos a nuestra esencia profunda, estamos acostumbrados a mencionarla, de manera indistinta, como alma o espíritu; pero en la Biblia, en la Primera Epístola de Pablo de Tarso a los Tesalonicenses, se refiere a una triada bien diferenciada: “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.” (1 Tesalonicenses 5:23). En esta referencia, el alma es el cuerpo astral, como se le conoce en Occidente, o linga sharira (del sánscrito, linga, forma, característica distintiva y sharira, cuerpo); es el cuerpo sutil de los hindúes, que se puede desprender del cuerpo físico, sin que la persona fallezca, y se liga al cuerpo con el llamado “cordón de plata”. La Biblia lo aclara de la siguiente forma: “Acuérdate de Él antes que se rompa el hilo de plata, se quiebre el cuenco de oro, se rompa el cántaro junto a la fuente, y se haga pedazos la rueda junto al pozo; entonces volverá el polvo a la tierra como lo que era, y el espíritu volverá a Dios que lo dio.” (A.T. Eclesiastés 12:6-7). Cuando se rompe ese “hilo” o “cordón”, a continuación se desprende el espíritu y la persona trasciende irremediablemente.
El Instructor de la presente Era Zodiacal de Acuario, el Maestre Serge Raynaud de la Ferrière, escribió: “El espíritu es la verdadera esencia original, el cuerpo físico es nuestra personalidad, y entre ambos se encuentra el material plástico llamado comúnmente cuerpo astral (alma), el cual se estudia en teología como si fuera nuestra verdadera individualidad. Nosotros rechazamos en los cursos del Seminario la palabra ‘cuerpo astral’, pero, en cambio, admitimos el término ‘aerosoma’ para significar la misma cosa. […] El plexo solar es considerado por los ocultistas como el centro de gravedad, por decirlo así, pues es sabido que en este sitio el cordón astral sujeta el cuerpo etérico a la materia durante las exteriorizaciones mediúmnicas. […] Este trilogismo es la identificación del hombre con Dios por medio de los tres planos del microcosmo (físico, mental y espiritual) reunidos a los del macrocosmo (material, astral y divino)”. (Págs. 81, 256 y 490. “Yug Yoga Yoghismo. Una Mathesis de Psicología”).
Las Experiencias Fuera del Cuerpo (EFC).
“El proceso de separar el Cuerpo Astral del Cuerpo Físico, sucede todas las noches cuando la persona se duerme, pero la persona siempre desconoce este fenómeno porque ha perdido el conocimiento, e incluso cuando esa persona recupera algún tipo de conciencia — Esta conciencia queda muy limitada, confusa y centrada en el sueño, aunque realmente se encuentre en el plano astral.” (Pág. 42. “Viajes Astrales y Sueños Lúcidos. La Guía Práctica para Explorar el Plano Astral”. Kensho).
Un relato de Lobsang Rampa.
“Todos pueden viajar hacia lo astral ¡aun los que piensan ‘que todo es una tontería’! Es tan natural como el respirar. La mayoría de la gente lo hace cuando está dormida, y a menos que tengan experiencia, nadie se da cuenta de esto. Cuánta gente exclama por la mañana: ‘¡Qué sueño maravilloso tuve anoche, me pareció estar con Fulana de tal. Fuimos muy felices juntos y ella me dijo que me estaba escribiendo! ¡Es claro que ahora lo recuerdo todo tan vagamente!’ Y luego, por lo general varios días más tarde una carta LLEGA. La explicación es que una de las personas ha viajado astralmente hacia la otra, y a causa de su inexperiencia, les parece ‘un sueño’. Casi todos pueden viajar astralmente. Cuántos casos hay comprobados de personas moribundas que visitan a un ser querido en el sueño para decirles adiós. Vuelvo a repetirlo, esto es viaje astral. La persona moribunda, que ya ha desatado sus lazos con el mundo, visita fácilmente al amigo al efectuar su tránsito.
La persona experimentada puede reclinarse y procediendo a su relajación, puede desprenderse de su yo, o su cuerpo, o espíritu, o comoquiera que deseen llamarlo, es la misma cosa. Luego, cuando la única conexión es el ‘Cordón de Plata’, el segundo cuerpo puede echarse a volar, como un globo cautivo atado en el extremo de una cuerda. Dondequiera que se desee, allí puede irse, plenamente consciente, plenamente alerta, cuando se está entrenado. El estado de sueño es el que corresponde a la persona que viaja por el espacio sin saberlo, y vuelve de él confundido, con la impresión de un remolino. A no ser que se posea experiencia, hay multitud de impresiones que se reciben de continuo a través del ‘Cordón de Plata’ que confunden más y más al ‘soñador’. En el espacio puede irse DONDEQUIERA, incluso más allá de los confines de la Tierra, porque el cuerpo astral no respira ni come. Todas estas necesidades son suplidas por el ‘Cordón de Plata’ que, durante la vida, se conecta de continuo al cuerpo físico.” (Págs. 35-36. “El Cordón de Plata”. Lobsang Rampa).
¿Qué dice la Biblia de la Experiencia Fuera del Cuerpo?
En la segunda Carta de Pablo de Tarso, dirigida a los Corintios, podemos leer lo siguiente: “Ciertamente no me conviene gloriarme; pero vendré a las visiones y a las revelaciones del Señor. Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo. Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe), que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar.” (N.T. 2 Corintios 12:1-4).
Mis primeras experiencias.
Cuando cursaba el 4° año de Primaria, a los 10 años de edad, mi amigo Gonzalo García Robles me invitó a comer a su casa. Yo estaba muy emocionado por ello. Resulta, que cuando llegué ese día a su casa, ya la conocía total y perfectamente. Sabía su distribución: la sala, el comedor, la escalera amplia de caracol para llegar al segundo piso; éste espacio con 3 recámaras y un baño, el pasillo con un barandal que permitía ver hacia la planta baja, etc.
A los 14 años de edad, empecé la lectura de libros relacionados con temas esotéricos y ocultistas, gracias a mi primo materno José Sánchez Zazueta (q.e.p.d.), quien me regaló tres libros: “El Tercer Ojo”, de Lobsang Rampa; “Dramáticas Profecías de la Gran Pirámide”, de Rodolfo Benavides y “El Libro de los Espíritus” de Allan Kardec. A lo largo de la extensa obra de Lobsang Rampa, él habla ampliamente de los viajes astrales y del “cordón de plata”, que une el cuerpo astral con el físico; e insiste que uno mismo intente realizar el desprendimiento astral conscientemente. Escribió 19 libros. Yo leí hasta su decimotercer libro: “La decimotercera candela”.
A mis 15 años de edad, yo intentaba realizar el viaje astral de manera consciente, de acuerdo a las instrucciones de Lobsang Rampa. Una noche, en la que insistía en realizarlo, llegué a sentir que mi cuerpo astral se desprendía un poco del físico, pero como no tuve éxito, desistí y me quede dormido. En la madrugada me levanté para ir al baño y cuando regresé y me acosté, encogiendo mi cuerpo hacia adelante, en ese momento mi cuerpo astral abandonó al físico. Salí disparado por la espalda hacia el techo de la recámara; observé a mis dos hermanos dormidos y a mi propio cuerpo por la espalda. Ahí tuve la experiencia, de que la consciencia no depende del cuerpo físico, sino que es tan sólo su vehículo. Fue una sensación de total libertad. Me acerqué a mi cuerpo, de acuerdo a las instrucciones de Lobsang Rampa para acostumbrarme a esa nueva experiencia, pero cuando lo hice, ingresé rápidamente a mi cuerpo físico. Con esa experiencia, y a tan corta edad, tuve la convicción de que la muerte no existe y que no hay que temerle.
A los 16 años de edad ingresé a la Orden Rosacruz (AMORC). Al asistir a la “Logia Quetzalcóatl” de la Ciudad de México, ahí conocí a María Isabel Álvarez Patiño (q.e.p.d.). Nos hicimos grandes amigos. Como yo seguía con la idea de realizar viajes astrales, decidí visitarla astralmente. Esa noche la visualicé e hice el ejercicio para realizar el viaje astral; no alcancé el objetivo de manera consciente y me quedé dormido. Al día siguiente por la noche, recibí una llamada de mi amiga. Estaba muy alterada. Me dijo que en la noche anterior, me vio parado al lado de su cama y que se espantó muchísimo; muerta de miedo se tapó la cabeza y no supo más. Al escucharla me puse feliz y le expliqué del experimento psíquico, que había realizado durante esa misma noche.
En esta Nueva Era, regida por el Signo Zodiacal de Acuario, cuya tónica principal es el Conocimiento, se estudian todos los fenómenos psíquicos, que para los no estudiosos del Ocultismo, los han considerado como meras fantasías; ahora la Ciencia los estudia, con el rigor que la caracteriza. “Una experiencia extracorporal es un estado en el cual la conciencia de una persona se percibe fuera de su cuerpo físico. Durante este fenómeno, las personas a menudo reportan una sensación de flotar sobre su cuerpo y de observarse desde una perspectiva externa. Este tipo de experiencias puede ocurrir durante el sueño, la meditación, o incluso de manera espontánea. Este fenómeno ha sido objeto de estudio en diversas disciplinas, incluyendo la neurociencia y la psicología, así como en prácticas espirituales y místicas. Los científicos intentan explicar las experiencias extracorpóreas a través de mecanismos cerebrales y estados alterados de conciencia, mientras que, desde el ámbito espiritual, estas experiencias se interpretan como una prueba de la existencia del alma, o de dimensiones más allá del plano físico.” (“Gaia. Qué es una experiencia extracorporal y cómo se logra”).
Eduardo Flores Zazueta
Un comentario en "¿Qué significa hacer Viajes Astrales?"
Un artículo muy interesante. Gracias maestro Eduardo