El Ayuno como una práctica Religiosa-Espiritual Ancestral
El ayuno es el acto de abstenerse total o parcialmente de comer o beber por un período de tiempo. “El ayuno por razones espirituales y religiosas ha sido parte de las tradiciones humanas desde la prehistoria. Se menciona en el Upanishad, en el Mahabhárata, en la Biblia (tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento), en el Talmud, en el Corán y en el Libro de Mormón.” (“Wikipedia. Ayuno”). En las culturas mesoamericanas también se practicaba el ayuno con fines religioso-espirituales.
El Ayuno a lo largo de la Historia.
“Todas las civilizaciones de cualquier época, y todas las religiones, han incluido dentro de su cultura y prácticas algunos días de ayuno. El ayuno ha tomado parte de la vida diaria en la humanidad desde siempre, especialmente en los momentos rituales. La cuaresma no es más que un recuerdo de aquellos tiempos. El ayuno no es nada nuevo en la sociedad humana, desde hace miles de años culturas tanto de oriente como de occidente tenían integrados diferentes periodos de ayuno. El ayuno era practicado regularmente por Aristóteles y Platón para alcanzar la eficacia mental y física, Pitágoras ayunó 40 días, inclusive, sugería a sus alumnos que antes de iniciar sus enseñanzas también lo hicieran. Plutarco afirmaba que ‘en lugar de emplear medicinas era preferible ayunar’. Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, hay diversas alusiones al ayuno prolongado de Moisés, David, Elías, Nehemías, Daniel, Juan, Jesús y los apóstoles.
El ayuno era una práctica religiosa para los aztecas, mayas, los incas del Perú y otras tribus y culturas americanas, también lo practicaban en las Islas del Pacífico y se han encontrado evidencias del ayuno en China y Japón mucho antes de su contacto con el Budismo. Mientras el líder nacionalista hindú, el Maestro Mahatma Gandhi, comprendió el valor terapéutico del ayuno y frecuentemente ayunaba para estos propósitos también lo hacía como ‘purificación’ o ayunos de penitencia y por razones políticas con las que confrontaba a Inglaterra como mecanismo de presión para que acceda a sus demandas. Él inclusive ayunó por la purificación de India dejando de lado sus razones de limpieza personal.
En palabras de Pedro Laín Entralgo, gran especialista en Historia de la medicina y en Antropología médica: ‘Vigente desde los hipocráticos, la restricción alimentaria en las enfermedades agudas seguía siendo la regla…’ (Historia de la Medicina, 2 pág. 534. P. Laín Entralgo. Masson-Salvat). En el libro ‘Ayuno: La Dieta Máxima’, escrita por Dr. Allan Cott, él dice: ‘Debemos devolver el ayuno al sitio que ocupó en una antigua jerarquía de valores que están por encima de la medicina. Tenemos la obligación de redescubrirlo y restaurarle su honor porque es una necesidad. Un ayuno benéfico de varias semanas, como se practicaba en los primeros días de la Iglesia, era para dar fuerza, vida y salud al cuerpo y al alma de todos los cristianos que tenían el valor de practicarlo’. Por ello, debemos de entender el ayuno más que como un tratamiento, tanto más que el hombre no es únicamente cuerpo, ni únicamente espíritu, ambos unidos y la consecución del bien exclusivo del uno y no del otro, destruiría el equilibrio; en consecuencia el interés verdadero del hombre exige la armonía entre el cuerpo y el alma y su asociación, por tanto, el ayuno ha sido siempre utilizado en la triple vía de ‘limpieza’ corporal, descontaminación mental y claridad espiritual.” (“El Ayuno y la Desintoxicación”. Dr. José Luis Pérez Albela Beraún).
En el Congreso Universal de Turismo de Salud y Medicina Ancestral, celebrado en Cd. Victoria, Tamaulipas, los días 20 y 21 de abril de 2024.
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Mis Experiencias con el Ayuno.
Desde joven me interesó el tema del ayuno. Leí varios libros, como por ejemplo, “La Curación por el Ayuno”, de Alexi Suvorin; “Ayuno: la Dieta Máxima”, del Dr. Allan Cott y otros más.
El lunes 31 de julio de 1978, a los 22 años de edad, empecé la práctica de Hatha Yoga, en el Centro Yoga Universal Cd. de México, A.C. y el jueves 8 de marzo de 1979, recibí la Iniciación Yoga de mi Gurú Swami Pranavananda Saraswati. Por aquel entonces, leí la autobiografía de Mahatma Gandhi, “Historia de Mis Experiencias con la Verdad”. Ahí señala que realizaba mouna (voto de silencio), todos los lunes: “La experiencia me enseñó que el silencio forma parte de la disciplina espiritual del devoto de la verdad.”; “Para mí, el silencio se ha vuelto una necesidad física y espiritual”. Entonces pensé, “Si Gandhi realizaba mouna todos los lunes, yo voy hacer ayuno todos los lunes”. Así lo hice durante un año; realizaba el ayuno con pura agua, durante 24 horas. No pude hacerlo por más tiempo, porque simultáneamente me hice vegetariano y como el ayuno purifica el organismo, lo desintoxica, al año ya no requería ayunar.
Después, realizaba ayunos esporádicos por 24 horas, pero a partir del año 2002, con 46 años de edad, empecé con ayunos prolongados. En el año 2002, durante el verano lo hice durante 12 días seguidos, en el otoño por 8 días; en el invierno fueron 10 días y finalmente en la primavera del 2003, finalice con otros 10 días. Durante ese periodo, sumados los días de ayuno, los realicé durante 40 días; pero en mi mente, desde joven, estaba el querer realizar un ayuno por 40 días seguidos. Realicé otros ayunos: del 3 al 17 de noviembre de 2008, durante 14 días y del 9 al 13 de febrero de 2010, durante 5 días.
Finalmente, me preparé física y mentalmente para realizar el tan deseado ayuno total, bebiendo pura agua, durante 40 días seguidos. Físicamente, realicé 2 veces, con una diferencia de 15 días, la técnica de Yoga denominada Shank Prakshalana, o el Gesto de la Concha, para la purificación de todo el tracto digestivo. Mentalmente, señalando una fecha de inicio y diciéndoles a familiares y amigos que lo iba a realizar, creando el compromiso y así no dar marcha atrás. Así, inicié mi ayuno total, desde el lunes 14 de febrero, durante 40 días seguidos, hasta el viernes 25 de marzo de 2011; terminándolo en víspera de mi cumpleaños; en el que cumplí 55 años de edad. Necesitaba dormir poco, me despertaba a las 2 de la mañana y a esa hora me ponía hacer disciplina, Hatha Yoga y Meditación.
A lo largo del tiempo he realizado otros ayunos. Durante los meses de enero y febrero de 2017, realicé un Retiro Espiritual de 40 días en Bolivia, desde el viernes 13 de enero hasta el martes 21 de febrero, en el Albergue Tomarapi, cerca de la montaña sagrada, conocida como el Dr. Sajama, en la Cordillera de los Andes. Allá hice un ayuno de 6 días seguidos, del 15 al 21 de enero. En los días sucesivos, comí una sola vez al día. Para finalizar mi Retiro, me trasladé al Lago Titicaca, durante tres días.
Después de participar en el Encendido del Fuego Nuevo de Chickaban, los días 18 y 19 de noviembre de 2023, en Tlilapan, Veracruz, realicé otro Retiro Espiritual de 40 días, comiendo una sola vez durante el día. Lo hice, desde el 20 de noviembre hasta el 30 de diciembre del año pasado.
En mi opinión, aunque se consuman alimentos “saludables”, como las frutas, verduras crudas y frutos secos, evitando los productos cárnicos y otros que no contengan químicos, es necesario realizar ayunos periódicamente para que descanse nuestro aparato digestivo, eliminemos toxinas y autorregulemos el funcionamiento total de nuestro organismo.
Eduardo Flores Zazueta